De la investigación se han derivado también una serie de recomendaciones dirigidas a los clubes y a los organismos de gobierno del fútbol, así como a los grupos de aficionados e instituciones europeas.
El proyecto fue seleccionado en una convocatoria sobre la antropología de la integración europea en el marco del 7º Programa Marco Europeo (FP7) y ha concluido recientemente tras tres años de trabajo. El profesor del departamento de Sociología y Antropología de la Universitat de València Ramon Llopis ha formado parte del consorcio que ha dirigido esta investigación, en la que se integraban nueve universidades de ocho países (Polonia, Francia, Reino Unido, España, Dinamarca, Alemania, Austria, Turquía y Francia) coordinadas por el profesor Albrecht Sonntag, director del Centro de Estudios Europeos de la Escuela Superior de Gestión ESSCA (Francia).
Entre otras múltiples cuestiones, el proyecto FREE ha explorado «hasta qué punto las competiciones y cobertura mediática del fútbol han creado una esfera pública o espacio de comunicación europeo más allá de las fronteras de la propia Unión Europea, en el que puede desarrollarse un interés común, una curiosidad mutua y un diálogo intercultural espontáneo», indica Ramón Llopis. Así mismo, se han analizado los cambios de percepción ante el aumento del carácter transnacional de los encuentros futbolísticos así como por la creciente movilidad de jugadores y aficionados.
De los resultados de la investigación se desprende, en opinión de Llopis, que el fútbol es «algo importante en la vida cotidiana de muchos ciudadanos europeos, e incluso aquellas personas que no están particularmente interesadas en este deporte no pueden escapar de los discursos y dinámicas de sociabilidad que produce. Este hecho es cierto e independiente de las barreras de edad, sexo, clase social y territorio». «El fútbol es algo más que un mero pasatiempo o producto de entretenimiento: en un mundo cada vez más complejo proporciona estructuras de significado y refuerza los sentimientos de identidad colectiva de la población», agrega el profesor de la Universitat de València.
Los resultados de las encuestas realizadas entre la población general durante el desarrollo del proyecto FREE han puesto de manifiesto que el fútbol, más que una fuerza divisoria o fuente de rivalidad, «es un factor de unidad entre la población europea –incluyendo a aquellas personas que no están interesadas por el fútbol–. Y lo es en mayor medida que las instituciones políticas, la geografía o incluso la democracia. El fútbol es, en cierto modo, parte del nexo que supone 'el arte y la cultura', que son percibidas como una de los pilares de la europeidad», explica Llopis.
El fútbol es, por otro lado, un tema de intercambio y conversación entre europeos de distinto origen, edad y clase social. Un 63,6% de las personas que se declaran aficionadas afirman que han hablado sobre fútbol con alguna persona de otro país europeo en los últimos doce meses. Es, por tanto, un tema clave sobre el cual se puede establecer una base común desde la cual proceder al diálogo. El fútbol proporciona un tema de conexión a personas de distintos países, incluso a aquellas que no necesariamente han tenido acceso a otras experiencias de carácter transnacional. De hecho, entre la población europea interesada por el fútbol, un 70% suele ver partidos y resúmenes de ligas de fútbol distintas a la de su país de residencia y un 53,4% sigue con cierta asiduidad los resultados y las noticias de otras ligas europeas en internet y en las redes sociales. Estos hechos, sin embargo, registran diferencias significativas entre los países de Europa occidental y algunos países del Este como Polonia, donde los indicadores registran puntuaciones más bajas.
Así pues, más que considerar el fútbol profesional como una actividad predominantemente económica y al fútbol base como una mera práctica saludable, las autoridades y organismos competentes deberían ser conscientes del amplio impacto sociocultural que el fútbol tiene en el modo cómo los ciudadanos perciben y entienden Europa. Por ello, debería tenerse en cuenta el creciente desapego que la mercantilización del fútbol está produciendo en muchos aficionados. Las encuestas del proyecto FREE han detectado que entre las razones la respuesta más frecuente tiene que ver con los 'aspectos monetarios'. Ese desapego podría reducir a largo plazo el impacto del fútbol en la percepción de unidad de los europeos.
Por su parte, la directora de la Oficina de Proyectos Europeos, Àngels Sanchis, subralla que FREE «es un ejemplo de financiación comunitaria dirigida a la investigación de aspectos sociológicos y no únicamente tecnológicos». En su opinión, este proyecto «demuestra que las prioridades de la Comisión Europea no son solo aquellas con impacto económico contrastado sino también aquellas con impacto social y cultural».