El FMI ha presentado en Bruselas su Informe sobre la Economía y Europea, enel que recomienda abiertamente un cambio en la política económica, que deje las medidas de austeridad y apueste por las políticas de estímulo, como hacen Estados Unidos y Reino Unido.
El temor es que la crisis de la zona euro contagie a la economía global y conduzca a la recesión. «Si bien el deterioro de las finanzas públicas no deja otra opción que reforzar la situación fiscal, la desaceleración del crecimiento exige actuar con cautela», dice el informe. La cuestión es que se impulse el crecimiento con medidas de estímulo en aquellos países donde los planes de consolidación fiscal son creíbles y donde hay margen de maniobra.
El Fondo Monetario Internacional lanza un mensaje al Banco Central Europeo para que relaje su política monetaria «mientras haya riesgos para el crecimiento y la estabilidad financiera y se mantengan bien ancladas las expectativas inflacionarias».
El jefe del FMI para Europa, Antonio Borges, cree que también ayudaría al crecimiento que los bancos europeos tuvieran más liquidez, no tanto por debilidad, sino por recuperar la confianza de los inversores en el sector.
Con el mismo fin, el representante del Fondo ha afirmado que la institución internacional podría invertir junto al fondo de rescate de la eurozona en bonos españoles e italianos si fuera necesario.Después ha tenido que matizar su afirmación en un comunicado para decir que haría falta un cambio legal para que el organismo pueda adquirir deuda, porque ahora no puede comprar bonos directamente.
Borges ha querido dejar claro que tanto España como Italia son solventes y que los problemas económicos de ambos países son consecuencia del miedo en los mercados. En su opinión, no cabe plantearse un rescate, como en el caso de Grecia.