Juncker dice que hace falta más trabajo técnico entre la troika (BCE, CE,FMI) y el gobierno de Atenas antes de aprobar el programa de 130.000 millones de euros prometidos a Grecia. Ese trabajo técnico se traduce en que Grecia no ha dicho aún como recorta 325 millones de euros, que no quiso quitar en pensiones; en que no se ha dado el compromiso requerido a las fuerzas políticas griegas para que se apliquen los recortes, gane quien gane las próximas elecciones; y en que el acuerdo para la condonación del 50% de deuda griega en manos privadas no está cerrado.
La suspensión de la reunión de ministros de Finanzas de la eurozona es un último aviso a Grecia de que esta vez si no se dan las garantías suficientes de cumplimiento de los compromisos, no habrá ayuda. La cuestión es que Atenas necesita unos 14.000 millones de euros a finales de marzo para hacer frente a los vencimientos de su deuda. Los ministros de Finanzas tienen previsto reunirse la semana que viene y ahí el gobierno de Papademos deberá rendir cuentas definitivamente.
Todo han sido malas noticias hoy en Atenas. También se ha sabido que su PIB cayó un 6,8% en 2011, una cifra lejana de los objetivos previstos por la troika que esperaban una contracción de la economía griega del 5,5%.