El Consejo Europeo resuelve el obstáculo checo

Los jefes de Estado y de gobierno de la UE han cedido a las reivindicaciones del presidente Vaclav Klaus, y la República Checa tendrá una exención en la Carta de Derechos Fundamentales del Tratado de Lisboa. Su firma queda pendiente ahora de lo que decida el Constitucional checo el próximo 3 de noviembre.

Los líderes europeos, como se preveía, no afrontaron directamente los nuevos nombramientos que prevé el Tratado, pero sí en reuniones paralelas o bilaterales. El hasta ayer favorito, Tony Blair, pierde fuerza. Los socialistas quieren que uno de los suyos sea el nuevo Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad, con lo que dejan el campo abierto a un conservador para ser el presidente estable de la Unión. Todos ven con buenos ojos al holandés Jan Peter Balkenende.

Consejo Europeo, 29-10-09/Foto:UE

El presidente checo, Vaclav Klaus, se ha salido con la suya. Como no podía ser de otra forma, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han accedido a sus peticiones. El Tratado de Lisboa tendrá una declaración conjunta, por la que la República Checa no tendrá que aplicar el protocolo 30 de la Carta de Derechos Fundamentales del Tratado, una exención que ya obtuvieron en su día Polonia y Reino Unido.

Klaus, en su último intento de obstaculizar la firma del Tratado, reivindicó ese gesto de los 27 para evitar que los alemanes expulsados de Checoslovaquia tras la Segunda Guerra Mundial pudieran exigir la devolución de sus bienes expropiados. La fórmula encontrada por la presidencia sueca complace al checo, sin necesidad de tener que volver a ratificar el Tratado.

El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, confía en que «los países vecinos de la República Checa acepten esta solución», en referencia a Eslovaquia, que llegó a pedir la misma exención, o a las reticencias de Alemania, Hungría y Austria.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, felicitó a los suecos por «el trabajo bien hecho para levantar el último obstáculo hacia la firma de Lisboa».

Queda, sin embargo, otra prueba por superar, la resolución del Constitucional checo sobre el recurso presentado por senadores próximos a Klaus, que ven una invasión de competencias de la UE en la legislación checa con el nuevo Tratado. El Tribunal ya se pronunció en su momento a favor de la constitucionalidad de Lisboa y ahora resolverá el nuevo recurso el 3 de noviembre. Si, como se espera, la resolución es favorable a la UE y Klaus firma el mes que viene, el Tratado de Lisboa entraría en vigor el 1 de diciembre.

Por eso, con la boca pequeña, los 27 han empezado a hablar de los nuevos nombramientos que prevé el documento. De lo que se dijo ayer en los pasillos y reuniones de la Cumbre Europea parece que el primer ministro británico, Tony Blair, pierde fuerza para ser el primer presidente estable de la UE.

Los socialistas europeos quieren que uno de los suyos sea el nuevo Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad y dejan para un conservador el cargo de presidente estable de la Unión. Blair cuenta con el apoyo de su sucesor en Downing Street, Gordon Brown, y del italiano Berlusconi. El presidente francés, Nicolás Sarkozy, que impulsó la candidatura de Blair, ya no parece tan entusiasta, y Angela Merkel nunca lo fue. El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, sale del Consejo Europeo, con muchas posibilidades, pero todo está abierto. El presidente del Parlamento europeo, Jerzy Buzek, pidió para una mujer el liderazgo de la Unión. euroXpress