El Comité de las Regiones ha alertado de que con los actuales planes de la UE harían falta «dos generaciones para que los ciudadanos puedan respirar un aire realmente puro y saludable». Los líderes locales y regionales de Europa señalan que se han hecho escasísimos avances en la reducción de la contaminación atmosférica. Los entes locales y regionales de 17 Estados miembros, entre los cuales se halla España, incumplen las normas actuales de la UE en materia de contaminación atmosférica, por ello, el Comité de las Regiones pide que se fijen objetivos intermedios vinculantes para 2025.
La contaminación atmosférica es una de las principales causas medioambientales de muerte prematura en la UE, por lo que el Comité ha acogido con satisfacción el enfoque adoptado por la Comisión Europea de hacer frente a la contaminación en su origen. No obstante, en un dictamen dirigido por Cor Lamers, el Comité sostiene que existe un «desfase» en la estrategia de la UE: por un lado se toman medidas legales contra los Estados miembros cuyas regiones y ciudades no cumplen las normas de calidad del aire (la concentración de contaminantes en el aire). Por otro lado la política en materia de fuentes de la Comisión ha fallado significativamente, mientras que al mismo tiempo se ha dado una falta de ambición para establecer objetivos claros de reducción de las emisiones (contaminantes liberados en el origen).
Hay regiones y ciudades, en nada menos que 17 Estados miembros, que incumplen las normas de calidad del aire vigentes en la UE, por lo que el Comité pide que se adopten medidas adicionales de apoyo. Con el respaldo de los Fondos Estructurales de la UE y planes de acción elaborados por los Estados miembros, debe concederse un plazo más largo para que cumplan estas normas. Cor Lamers, alcalde de Schiedam, ha dicho en Bruselas que «la Comisión Europea debe hacer gala de una mayor moderación en lo que se refiere a la incoación de procedimientos legales, y ofrecer en cambio una serie de mecanismos de aplicación más realista».
Lamers sostiene que la UE debería fijar nuevos objetivos intermedios de carácter vinculante en materia de reducción de emisiones para 2025, a fin de garantizar que los Estados miembros se encaminen al cumplimiento de sus objetivos de emisión de 2030.
«Creemos que los objetivos de 2025 deberían ser tan vinculantes como los de 2020 y 2030, lo que instauraría una fase de control que obligaría a los Estados miembros a reducir a tiempo las emisiones nocivas». NdP