El BCE se ha resistido hasta ahora a comprar deuda pública pero la economía de la eurozona no se recupera y está llegando el momento de planteárselo seriamente. En una conferencia en la ciudad alemana de Stuttgart, Yves Mersch ha dicho que «si la situación se deteriora aún más, entonces tendríamos que sopesar todas las posibilidades en función de su riesgo, cómo factibles que son».
Ha añadido que «Sería irresponsable si no consideráramos todas las opciones.» Las palabras de Mersch han cambiado de tono respecto a hace dos meses cuando dijo que el alivio cuantitativo – imprimir dinero para comprar bonos soberanos- exige consultas legales.
La compra de deuda soberana significaría un cambio radical en la postura del BCE, sobre todo porque implicaría un enfrentamiento con Alemania, la mayor economía del bloque, que se opone a esa posibilidad. También hay oposición en otros miembros del BCE que temen que la impresión de dinero suba la inflación en el futuro.
Mersch, ha expuesto un oscuro panorama económico en la eurozona: «La situación económica es crítica, el crecimiento es débil y la inflación está inusualmente baja» (...) «La economía ha perdido impulso».
El diagnóstico es malo, según Yves Mersch, y no deja lugar a dudas «El repunte es muy bajo en términos históricos», ha afirmado «tras otras crisis fue mucho más rápido y profundo»