Según lo aprobado en el anterior Consejo de Gobierno de la entidad, el BCE invertirá cada mes, al menos hasta septiembre de 2016, 60.000 millones de euros en la adquisición de activos públicos y privados. Mario Draghi espera que esta inyección de liquidez se traduzca en un impulso para el crecimiento económico de la zona euro.
«Hay gente que dice que las mejoras en los mercados financieros no se van a ver en la economía real», ha criticado durante la rueda de prensa. Sin embargo, ha destacado que el efecto es justo el contrario, y que ya se está notando en los costes de financiación de las empresas. «Los últimos datos económicos, y en particular, los sondeos disponibles hasta febrero, apuntan a algunas mejoras en la actividad económica a principios de este año», ha subrayado.
En concreto ha asegurado que cada vez existe un menor grado de fragmentación en los mercados de crédito de la zona euro, y que el crédito de los hogares está creciendo. «De cara al futuro, se espera que la recuperación económica se amplíe y fortalezca gradualmente», ha añadido Draghi durante su comparecencia.
Los mercados esperan ahora los detalles de esta operación, que el BCE tendrá que publicar antes de poner en marcha cualquier programa de compra de deuda. La principal incógnita pasa por saber cuál será el método elegido para realizar las compras. La entidad podría optar por imitar a la Reserva Federal estadounidense y hacerlo mediante subastas; o bien realizar las adquisiciones en el mercado secundario
Mejoran las previsiones
En la reunión el BCE también ha aprovechado para revisar al alza sus previsiones de crecimiento para 2015. Según sus cálculos el PIB de la Eurozona subirá un 1,15% este año y se prevé un crecimiento del 1,9% para 2016 y de más del 2% para 2017.
Mario Draghi ha mostrado una vez más su preocupación por la baja inflación que asola a los países de la eurozona. Aunque no ha habido revisión de las previsiones a este respecto, el máximo dirigente de la entidad ha asegurado que esperan «un rebrote» de los precios antes de que termine el año.
Además, la entidad ha optado por mantener la facilidad de depósito, es decir, el interés que se aplica al dinero que los bancos guardan en sus arcas, que sigue en tasas negativas. También se mantienen los tipos de interés en el 0,05%. Son ya varios meses en mínimos históricos.