La calidad del agua está disminuyendo en todo el planeta, advierte la Coordinadora de ONG de España «como consecuencia de una gestión errónea que ha generado explotación incontrolada de recursos hídricos superficiales y subterráneos y su progresiva contaminación y degradación». Pide a España, como presidencia de turno de la UE, que reitere la necesidad de reconocer el acceso al agua y al saneamiento como un derecho humano en línea con lo que propugna la ONU. El comunicado destaca «la iniciativa española de impulsar un Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, con transparencia y rendición periódica de cuentas».
La declaración de ONU Agua, que se ha conocido este lunes señala que las pérdidas económicas ocasionadas por la falta de agua e infraestructuras sanitarias ponen en peligro la estabilidad y el crecimiento de los países. En África las pérdidas por esos motivos ascienden a unos 28.400 millones de dólares, el equivalente al 5% del Producto Interior Bruto (PIB). Así mismo destaca que la calidad del agua en el mundo está cada vez más amenazada por causas diversas como el aumento de la población o la expansión de las actividades industrial y agrícola mientras que el cambio climático está amenazando con alterar el ciclo hidrológico global.
La ONU cree que ha llegado el momento de que el problema del agua se trate desde un punto de vista global y se tomen medidas conjuntas para solucionarlo. Propone cinco puntos en los que se debe actuar:
Mejorar el conocimiento de la calidad del agua
Expandir la comunicación y educación sobre el problema
Mejorar el enfoque financiero y económico
Mayor utilización de tecnología eficaz
Uso apropiado de herramientas legales, institucionales y reguladoras.
ONU-Agua hace un llamamiento a todos «Ya tenemos el conocimiento y la habilidad para proteger la calidad del agua, tengamos voluntad de hacerlo. La vida humana y las prosperidad dependen de nuestras acciones de hoy».
Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) advierten de que aunque se ha avanzado mucho y el 87% de la población mundial tiene acceso al agua potable, 900 millones de personas de todo el planeta no tienen todavía acceso al agua potable. Alrededor de millón y medio de niños menores de cinco años mueren al año por enfermedades transmitidas por el agua.
El acceso al saneamiento continúa dejando muchísimo que desear. Un total de 2.600 millones de personas no disponen de baños ni letrinas, solamente la mitad de la población de los países en desarrollo cuenta con servicios apropiados de saneamiento.
Un 90% de los desechos de agua, aguas fecales, industriales y otras, se arrojan a los ríos, lagos y océanos en los países en desarrollo sin ser tratadas previamente y esto afecta a 245.000 kilómetros cuadrados de ecosistemas marinos.
En los países ricos la situación es muy diferente. Hay situaciones tan paradójicas como que las tres cuartas partes del agua embotellada que se consume en el mundo se hace en una decena de países donde el agua del grifo tiene una excelente calidad. Italia es el primer consumidor mundial y España ocupa el quinto puesto. Según un informe del Worldwatch Institute el agua envasada cuesta alrededor de 250 veces más que el agua corriente y que esté envasada no quiere decir que sea mejor ni más saludable. Ese abuso de la llamada agua mineral actúa sobre el medio ambiente- La extracción excesiva pone en peligro cursos de agua y acuíferos submarinos. Además los envases exigen enormes cantidades de energía en su elaboración y en su reciclado, esto último en el mejor de los casos.