En la actualidad, se estima que alrededor de 200 millones de personas de todo el mundo en edad de trabajar no encuentran un empleo. Y se prevé que este 2014 terminará con 3,2 millones más de parados, disparándose hasta los 213 millones en 2019. Son datos del informe anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El informe de la agencia de la ONU con sede en Ginebra muestra una continua tendencia al alza en el número de desempleados a lo largo de la presente década, con unas tasas que rondan entre el 6% y el 7% en todo el Planeta. Destaca que un 90 % de los nuevos puestos de trabajo se crearán en los países en desarrollo. Lo que significa, según la OIT, que las migraciones serán Sur-Sur y Norte-Sur.
Sin embargo, para los más afortunados, aquellos que tienen empleo, la calidad en su puesto de trabajo no es la misma en todos lados y mucho depende del lugar donde este se desempeñe. Al menos, esto es lo que afirma un estudio llevado a cabo por la Confederación Sindical Internacional (CSI),.
La peor situación es más crítica en, al menos, 35 países donde se llega a detener o encarcelar a trabajadores por, únicamente, reivindicar sus derechos laborales u otras cuestiones como más seguridad en su lugar de empleo, mejores condiciones o un salario más digno.
En el lado positivo, se encuentran los trabajadores más afortunados en países como Alemania, Francia, Dinamarca, Uruguay, Bélgica o Sudáfrica. Según la CSI, es en estos estados donde menos irregularidades laborales se cometen. En la cara negativa, donde ser trabajador puede llegar a ser sinónimo de peligro constante, están países como Siria, Somalia, Libia o Palestina.
A medio camino, Grecia, Estados Unidos o Hong Kong. Hasta en 9 países, aumentaron las prácticas de intimidación con violencia y asesinato de los propios trabajadores.
Las mejores noticias llegan, del norte de Europa. Y es que el mejor país para trabajar es Dinamarca que obtiene una puntuación perfecta de 0 puntos por respetar los 97 indicadores relativos a los derechos fundamentales del trabajador. Según estos índices, hasta en 50 países se despide o suspendido a trabajadores por intentar negociar mejores condiciones laborales y en 87, se excluye a ciertos trabajadores del derecho a la huelga.
La CSI divide a los países en 4 grupos: el 1º para aquellos donde existen pocas violaciones de los derechos laborales, entre ellos Suecia, Islandia, Italia, Estonia, Montenegro o Barbados. El 2º grupo -en el que está España-, donde existen violaciones repetidas de los mismos. También se encuentran aquí otros países como Irlanda, Croacia, Rusia, Japón, Jamaica, Nueva Zelanda o Camerún, entre otros.
El 3º, donde se presentan violaciones regulares de los derechos de los trabajadores como Australia, Bolivia, Costa Rica, Brasil, Uganda, Venezuela, Reino Unido o Congo. Y el 4º, donde ni los más mínimos derechos están asegurados: Colombia, Somalia, China, India, Filipinas o Corea, entre otros muchos países.