Las tres imágenes de 100 m de resolución de Proba-V incluidas en este artículo fueron tomadas el 27 de abril de 2014, el 20 de julio de 2015 y el 22 de enero de 2016, respectivamente.
El lago salado Poopó, ocupaba una depresión de la cordillera del Altiplano y cubría una superficie de 3000 kilómetros cuadrados, superior a la Isla Reunión francesa.
Sin embargo, la naturaleza superficial del lago, que poseía una profundidad media de solo 3 metros, unida al entorno árido montañoso, provocaban que fuese muy sensible a las fluctuaciones en el clima.
Su evaporación oficial se declaró en diciembre. Aunque no es la primera vez que el lago Poopó se evapora (la última fue en 1994), existe el temor de que tarde muchos años en rellenarse, en caso de que vuelva a ocurrir.
Los pescadores locales se han quedado sin sustento y el ecosistema del lago se muestra enormemente vulnerable. El Lago Poopó está reconocido como humedal por la Convención internacional Ramsar.
La evaporación se ha relacionado con varias causas, entre ellas las extracciones de las fuentes de agua de lago para minería y agricultura, la constante sequía provocada por el calentamiento del océano Pacífico a causa del El Niño y el cambio climático.
La región azulada en la imagen de Proba-V de enero de 2016 muestra claramente salinas secas en la parte sur del lago.
El Proba-V, lanzado el 7 de mayo de 2013 es un satélite en miniatura de la ESA dedicado a cartografiar la cubierta terrestre y el crecimiento de la vegetación en todo el planeta cada dos días.
El ancho de barrido transcontinental de 2250 km que posee su cámara principal recoge la luz en las bandas de frecuencia azul, rojo, infrarrojo cercano e infrarrojo medio a 300 m de resolución y hasta 100 m de resolución en su campo de visión central.
El minisatélite proporciona a los equipos científicos los datos facilitados previamente por el instrumento de Vegetación de los satélites franceses de tamaño natural SPOT-4 y SPOT-5, que se añaden diariamente a un conjunto de datos que alberga contenidos desde hace 15 años.
La teledetección de VITO (Instituto Flamenco de Investigación Tecnológica) procesa y, posteriormente, distribuye los datos de Proba-V a usuarios de todo el mundo. La teledetección de VITO ha dado lugar a una galería de imágenes muy llamativas, entre las que se incluyen instantáneas de tormentas, incendios y deforestación.
La ESA, propietaria del satélite, gestiona las operaciones y explotación de la misión como parte del Programa Earthwatch de observación de la Tierra.