Diez años han pasado desde que las explosiones provocadas por los terroristas estremecieran a Madrid, a España y a toda la Unión Europea. A pesar del tiempo que ha pasado las heridas físicas y psicológicas de los supervivientes no han terminado de cerrarse.
Nadie en ningún lugar está libre de actos de terrorismo, la UE además de mostrar su solidaridad con las víctimas quiere prevenir posibles ataques. Para ello adoptó en 2010 la Estrategia de Seguridad Interior, en la que se identifican las principales cuestiones que se deben abordar.
En 2011 se puso en marcha la Red para la Sensibilización frente a la Radicalización (RSR) cuyo objetivo es la prevención. La red da apoyo a los profesionales locales, investigadores y organizaciones no gubernamentales que están en contacto directo con las personas o grupos específicos más vulnerables de la población.
El pasado 15 de enero la Comisión publicó una comunicación en la que identifica diez ámbitos en los que los Estados miembros deben intensificar sus actuaciones para prevenir el extremismo. Entre las propuestas está la creación de un centro europeo de conocimiento sobre el extremismo violento, el desarrollo de formación para los profesionales que trabajan en primera línea y ayuda financiera para proyectos que utilizan herramientas de comunicación modernas y redes sociales en la lucha contra la propaganda terrorista.
Asimismo pide a los Estados miembros que establezcan programas que faciliten a los miembros de los grupos extremistas el abandono de la violencia y la ideología violenta. La RSR, reúne a 700 expertos y profesionales de toda Europa que trabajan en primera línea.