Tras la caída del muro de Berlín, surgió en la ciudad un movimiento artístico llamado «subcultura» cuya filosofía principal era la autonomía, la espontaneidad y la improvisación. Artistas procedentes de todo el mundo ocuparon el edificio que estaba abandonado y medio en ruinas y le pusieron de nombre «Tacheles», una palabra hebrea que significa «hacer».
En 1998 los okupas del Tacheles firmaron un acuerdo con el dueño que les permitía permanecer en él durante diez años, a cambio de reformar el edificio y ocuparse de su mantenimiento. Desde entonces los artistas pagaron un alquiler , se vendieron publicaciones y se puso un restaurante. Todos esos ingresos junto a donaciones consiguieron mantener el edificio. Los costes eran de 13.000 euros mensuales.
El edificio está situado en el barrio de Mitte, en pleno centro de Berlín, ocupa un espacio de 2.200 metros cuadrados en una parcela de 24.000. A principios del siglo XX fue un centro comercial, más tarde los nazis lo utilizaron como oficinas y después de la Segunda Guerra Mundial fue un almacén. A mitad de los años 90 fue comprado para desarrollar un proyecto de lujo que nunca se llevó a cabo.
Las circunstancias han podido con el Tacheles, el último propietario quebró y su principal acreedor, el HSH Norbank, reclamó la propiedad.