El ministro díscolo mostraba en esa entrevista sus discrepancias con las políticas más neoliberales que está llevando a cabo Manuel Valls en su ejecutivo, calificándolas de dogmáticas y que podían llevar al hundimiento de la izquierda francesa. Montebourg apelaba a elevar el tono contra Alemania «que había quedado atrapada en la política de austeridad que había impuesto en toda Europa». Esta mañana en Europe1, el hasta ahora ministro de economía, criticaba la decisión de Valls por no aceptar los cuestionamientos políticos y evitar enfrentarse a «un debate legítimo»
A esas críticas hay que añadir los últimos sondeos de popularidad de ambos dirigentes políticos, publicados en «Journal du Dimanche», que muestran la caída de Hollande y Valls. Este último ha caído 9 puntos, pasando del 45% de aprobación en julio al 36% en agosto. En abril era del 58%, por lo que su popularidad ha bajado 20 puntos en tres meses. Hollande se ha hundido hasta el 17%.
A pesar de la baja popularidad de su primer ministro, François Hollande, le ha pedido a Manuel Valls que forme un nuevo ejecutivo, que podría ser presentado mañana. Manuel Valls fue nombrado primer ministro el 31 de marzo y a finales de abril presentó el Programa de Estabilidad trienal exigido por la Comisión Europea y anunció unos históricos recortes del gasto público en su país, que fue duramente criticado en las filas del Partido Socialista.
Francia, la difícil cohabitación socialista del ejecutivo de Manuel Valls