Quizás Einstein pensaba que la próxima guerra mundial desembocaría en la aniquilación nuclear, con consecuencias desastrosas que llevarían a la humanidad de vuelta a la Edad de Piedra.
La mayoría de los pacifistas consideran que el movimiento para eliminar las armas nucleares no está avanzando, y no hay señales de esperanza de un mundo ideal sin armas mortales de destrucción masiva. En las últimas décadas, a las cinco principales potencias nucleares, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, se les sumaron cuatro países más, Corea del Norte, India, Israel y Pakistán.
Y si Irán se convierte en un Estado con armas nucleares (EAN), tarde o temprano es probable que Arabia Saudita, Egipto y Turquía sigan sus pasos. El más alarmante de los escenarios posibles es una nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia, provocada principalmente por la crisis política en Ucrania y la anexión rusa de Crimea.
Una propuesta realizada en el marco de la conferencia internacional de examen del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), que comenzó el 27 de abril y concluye el 22 de este mes en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), son las negociaciones para una convención mundial que elimine todas las armas nucleares.
Le preguntamos a Jennifer Allen Simons, fundadora y presidenta de la canadiense Fundación Simons, una defensora incansable del desarme nuclear, si la propuesta llegará a ser una realidad. «Creo que no tiene posibilidades, pero me encantaría estar equivocada», comentó.
Señaló que los Estados con armas nucleares ofrecen el mismo viejo discurso, a la vez que actualizan sus arsenales y planifican un largo futuro con armas nucleares.
«Lo máximo que puede pasar es que se llegue al consenso para reducir el estado operativo de las armas nucleares», sostuvo Simons, que fue asesora del gobierno de Canadá para la conferencia internacional de examen del TNP en 2000 y el comité preparatorio del TNP en 2002.
Simons, cuya fundación cumplió su 30 aniversario este año, estuvo en la ONU para la conferencia de examen del TNP en curso. A continuación, extractos de la entrevista.
A juzgar por las actuales negociaciones del TNP, ¿cree que la conferencia de examen logrará la adopción por consenso de un documento final antes del 22 de mayo?
Jennifer Allen Simons: Aunque es demasiado pronto para decirlo, hasta ahora parece probable que se obtenga un documento de consenso, y si es así, no incluirá los temas de la convención, la prohibición o el impacto humanitario. He sabido que varias delegaciones están dispuestas a a impulsarlos... mediante el grupo de trabajo de composición abierta si no se llega al consenso sobre esto en el TNP.
¿La nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia repercutirá en el resultado de la conferencia de examen?
JAS: Es posible que no tenga impacto porque los Estados con armas nucleares no van a eliminar sus arsenales. El nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Start) está cumpliendo con las reducciones, pero no creo que veamos otro compromiso bilateral con más reducciones.
¿Cuáles son los principales obstáculos para el desarme nuclear total?
JAS: ¡El principal obstáculo puede ser el miedo! La falta de confianza entre Rusia y Occidente, la falta de confianza de que los más de 30 estados con capacidad nuclear puedan avanzar a la capacidad de armas nucleares. Mi mayor temor es que el catalizador para la eliminación será la detonación de un arma nuclear, por accidente, error de cálculo o por diseño, o que un ciberataque exitoso active el sistema altamente automatizado o un ataque falso.
Aunque Estados Unidos siente que su sistema es impenetrable, sin embargo un reciente informe de la Junta de Ciencias de Defensa de Estados Unidos advirtió que la vulnerabilidad del comando y del sistema de control estadounidense nunca ha sido evaluada íntegramente. No se sabe si los sistemas de Rusia y China son vulnerables. Tampoco puede suponerse que los sistemas de India y Pakistán sean invulnerables.
Es preocupante la ostentación que hace el presidente ruso, Vladimir Putin, de la opción nuclear de Rusia y es un obstáculo para cambiar la relevancia política de las armas nucleares. También posibilita a los otros Estados con armas nucleares la justificación para mantenerlas y actualizarlas.
¿Llegaremos a ver el desarme nuclear en nuestras vidas o tal vez en los próximos 50 años?
JAS: Podría suceder en el lapso de mi vida, y probablemente solo si hay una detonación. Este sería un acontecimiento tan trágico y un crimen contra la humanidad que provocaría una prohibición.
La paradoja de todo esto es que todo el mundo tiene miedo de usarlas. A los militares no les gustan no solo porque se cometerían crímenes de guerra,... de lesa humanidad, sino peor, porque cuesta tanto mantenerlas que... preferirían tener el dinero para otras armas.
Francamente, nunca voy a entender por qué la gente quiere matar