Seis sindicatos franceses respaldan la huelga de controladores aéreos que está provocando retrasos y cancelaciones en su país y repercutiendo en media Europa. La huelga es una llamada de atención contra los planes de la UE de instaurar un espacio aéreo común en los 27.
El llamado cielo único europeo es un proyecto nacido en 2004 con el fin de hacer más homogéneo el espacio aéreo de la UE y permitir un aumento del tráfico de hasta un 50% en los próximos 15 años. Básicamente consiste en reducir los 60 actuales centros de control de tráfico a nueve, unificando los de varios países. Francia pasaría a integrar un bloque de países junto con Alemania, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Suiza, con un sistema de control del tráfico aéreo común.
El plan europeo, según los representantes de los 4.000 controladores aéreos franceses, eliminaría sus actuales estatutos de trabajo y quitaría competencias a la dirección nacional de aviación civil, de modo que temen perder parte de los privilegios laborales con los que cuentan ahora.
El proyecto de cielo único europeo no está aún elaborado hasta esos términos. A comienzos de julio, el ministro de Fomento, José Blanco, tuvo el reconocimiento del Parlamento europeo por los avances conseguidos por la presidencia española en el asunto, impulsados por la nube tóxica del volcán islandés, que puso al descubierto la desorganización del tráfico aéreo europeo.
Según Blanco, la reducción de centros de control reducirá a la mitad el coste de las tarifas de ruta de los vuelos y hasta en un 10% el impacto medioambiental. Además, ese cielo único permitirá una reducción de costes de alrededor de 5.500 millones de euros para las compañías aéreas. euroXpress