En unos términos inusualmente firmes en las instituciones de la UE los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, denuncian la presión de Rusia sobre Ucrania para que se desdiga y no firme el acuerdo con la UE.
«Aunque somos conscientes de la presión externa que vive Ucrania, creemos que las consideraciones a corto plazo no deberían hacer olvidar los beneficios a largo plazo que traería tal acuerdo (asociación con la UE)» -dicen en el comunicado- en el que dejan claras las excepcionales condiciones para Ucrania del Acuerdo de Asociación y una zona de libre comercio de alcance «amplio y profundo».
En el comunicado se recuerda que el acuerdo es el «más ambicioso que la Unión Europea haya ofrecido nunca» y reitera que proporcionará «el mejor apoyo posible a la situación económica , el proceso de reformas y la modernización de Ucrania.»
La UE, que parecía este viernes haber asumido la pérdida de Ucrania, defiende su posición con fuerza y sin eufemismos tras la reacción de muchos ucranianos, «desaprobamos profundamente la posición y las acciones rusas a este respecto. El Acuerdo de Asociación y una zona de libre comercio son oportunidades que acompañan a nuestros vecinos comunes en el camino hacia unas democracias modernas, prósperas y basadas en el imperio de la Ley «se lee en el comunicado.
No parece que Viktor Yanukovich tenga intención de dar marcha atrás, pero se espera que asista a la cumbre de Vilna que se celebrará estos jueves y viernes donde podrá hablar con jefes de Estado y de Gobierno de la UE como Angela Merkel, David Cameron o François Hollande.
Por su parte la oposición europeista ucraniana está dispuesta a mantener las protestas hasta que se firme el acuerdo con la UE después de la gran manifestación del domingo, la mayor que se ha realizado en Ucrania desde la Revolución Naranja en 2004 partidaria de un acercamiento a Europa. El dirigente de Udar, partido de la oposición, el campeón mundial de boxeo Vitali Klirschko, ha asegurado «nosotros continuaremos manifestándonos hasta que el acuerdo (con la UE) se firme».
Por su parte Rusia, que acusa a la UE de presionar a Ucrania, lleva tiempo intentando que el país se una a la Unión Aduanera que ha creado y a la que pretende llevar a las repúblicas exsoviéticas.
No se conocen los términos de las conversaciones ruso-ucranianas, pero entre las promesas podría estar la de abaratar el precio del gas ruso.