El sector de la construcción genera una tercera parte de la basura total que se genera en la UE. La gran mayoría de los residuos de edificaciones y de su demolición es reciclable, pero actualmente solo se recupera el 50 %.
La política de la UE se ha centrado hasta ahora en la eficiencia energética, pero debe complementarse con otras medidas para un menor consumo de recursos, de materiales (incluidos los desperdicios), del agua y de la energía utilizados a lo largo del ciclo de vida del edificio, desde la extracción de materiales para su construcción hasta la demolición y reciclaje de los mismos (fin del ciclo).
Es importante, señala Bruselas, crear conciencia en la sociedad sobre la demanda de edificios más eficientes y mejorar la información relativa al uso de los recursos y los impactos ambientales relacionados con la construcción.
En el marco de la Estrategia 2020 donde se busca un crecimiento más inteligente, sostenible e integrador en los Estados miembros, la Unión Europea plantea las metas de reciclaje y reutilización de materiales como el papel en un 90% para 2025, los plásticos un 60% para el mismo año, un 80% de la madera y el 90% de metales ferrosos, aluminio y vidrio, para finales de 2030.
Nuevos mercados con materiales reciclados son esenciales para aumentar la tasa de reciclaje de residuos de construcción y demolición. Por ello, la CE prevé medidas para estimular la compra-venta de materiales reciclados procedentes de esas actividades.
Además, se desarrollará un marco común para hacer un seguimiento y evaluar la construcción sostenible de los edificios y se apoyará la utilización de los ya existentes, o bien, el diseño de éstos para más de un uso.
Entre las medidas ya emprendidas por la UE, se encuentra la Directiva sobre eficiencia energética, la Directiva sobre etiquetado energético o la Directiva sobre diseño ecológico, que regulan el consumo de energía. Además, la Directiva marco de residuos, revisada recientemente por la Agencia Europea de Medio Ambiente.