Jueves y viernes han estado reunidos en Toledo los ministros de Justicia e Interior de la UE, el ministro de Justicia español, Francisco Caamaño y el vicepresidente de la Comisión Europea, Jacques Barrot, han indicado que se han iniciado los debates para consolidar el espacio de justicia que quieren los ciudadanos europeos.
Uno de los temas que se han tratado ha sido el derecho de familia y los derechos patrimoniales derivados de éste. La gran movilidad que existe dentro de la UE ha dado como consecuencia muchos matrimonios mixtos que a la hora de separaciones o divorcios tienen problemas debido a las diferentes legislaciones. Los ministros de Justicia pretenden compatibilizarlas tanto en estas materias como en la regulación del régimen transfronterizo de visitas a los menores.
En algunas materias, como las relativas a las sucesiones ya existe un primer borrador sobre como articular «puntos de conexión» en los testamentos. Está en estudio una modificación del actual sistema de reconocimiento de sentencias extranjeras para avanzar hacia otro que dé mayores garantías en la salvaguarda de los derechos de todos los europeos.
Se ha abordado también la propuesta española de aprobar una orden europea de protección para las víctimas de delitos, en particular las víctimas de violencia de género, que sea reconocida en todos los países comunitarios. Esta propuesta ya cuenta con el apoyo de 12 Estados miembros.
El vicepresidente de la Comisión europea y comisario de Justicia e Interior, Jacques Barrot, ha incidido en que no se trata de establecer un sistema jurídico único, sino de que coexistan los diferentes sistemas nacionales para beneficio de los ciudadanos.
Los ministros han expresado su preocupación por la situación de los niños que han quedado desamparados a consecuencia del terremoto de Haití y su determinación por facilitar su protección.
Se ha acordado estudiar una respuesta europea para acelerar os trámites de adopción de niños haitianos que estuviera en marcha antes del terremoto y ofrecer una estrecha colaboración a organismos como Unicef para garantizar la mayor protección de los pequeños.