Que la crisis económica no afecte a la educación. Ése es el mensaje que el Parlamento Europeo envía a los 27 Estados de la Unión, en un informe aprobado por el pleno, en el que critica la poca atención que la UE ha prestado al paro juvenil.
El 20% de los jóvenes europeos menores de 25 años no tiene trabajo y, en algunos países, como España, la tasa es del 40%. En todos los casos, duplica el índice de desempleo entre los adultos. De ahí que los eurodiputados pidan un mayor compromiso de los gobiernos para mejorar esas cifras.
«La crisis no debe utilizarse como motivo para recortar los gastos en educación, ya que la educación de alto nivel para los jóvenes es necesaria para superar el impacto de la crisis», dice el informe, que reclama inversiones en Educación superior superiores al 2% del PIB. La Eurocámara pide que se tengan más en cuenta las necesidades del mercado laboral a la hora de optar por unos u otros estudios, aunque sin dejar la creatividad y el potencial de innovación de los jóvenes. Además propone que las universidades europeas flexibilicen sus horarios, para que se puedan compatibilizar mejor estudios y trabajo, y que haya un reconocimiento de titulaciones a nivel europeo.
Las herramientas que ya existen en la UE para impulsar la formación y el empleo entre la juventud necesitan también más recursos financieros, según el informe: los programas Erasmus y Leonardo o las propuestas del programa Juventud en Movimiento.
El informe señala además que los contratos de prácticas deben tener derechos sociales desde el primer día, no remplazar empleos reales y tener una limitación temporal estricta, con un sueldo y una protección social adecuados.
También hay recomendaciones sobre la educación infantil. Se propone la introducción de un año obligatorio de educación preescolar y evitar las desigualdades entre niños y niñas desde las aulas. Que las chicas se interesen más por las matemáticas, la informática, las ciencias naturales y la tecnología; y los chicos, por materias relacionadas con la educación y el ámbito social.