La Asamblea delas Regiones Europeas (ARE) ha lanzado esta semana un proyecto pionero bajo el nombre de Promoción de Empleo de los Jóvenes (PYE). El objetivo último del proyecto es apoyar a los jóvenes, especialmente los más desfavorecidos, para acceder y mantener sus puestos de trabajo mediante la mejora de las políticas públicas regionales y consolidar las asociaciones entre los sectores público, comunitario y privado en sectores clave como la energía o el turismo. España, de momento, no participa.

El crecimiento de las economías europeas, aunque leve, no está teniendo consecuencias en el mercado de trabajo. En abril, el paro en la zona euro se mantuvo estable, en el 9,9%, y en el 9,4%, en el conjunto de la UE. España sigue siendo el Estado comunitario con más paro; Grecia e Irlanda, sometidas a planes de rescate, incrementan sus tasas de desempleo; y Estonia, cuatro meses después de entrar en el euro, reduce su índice de paro en 5 puntos.

Madrid y Atenas, capitales de dos de los países europeos más castigados por la crisis económica , se han convertido esta semana en un reflejo de otras crisis del siglo XXI: la del mundo político y la del mundo sindical, respectivamente. Los ciudadanos critican a los políticos porque los consideran alejados de los problemas de los ciudadanos. y cada vez dejan más de lado a unos sindicatos porque consideran que han respondido de forma muy débil a esa «apisionadora-destructora» de puestos de trabajo que han sido las políticas conservadoras instauradas en Europa.

La Confederación Europea de Sindicatos, que se encuentran reunidos en Atenas, han aprobado una resolución de urgencia en la que instan a la UE a que cambie de inmediato su rumbo político para que Europa pueda superar la crisis lo más pronto posible.

Los representantes de los trabajadores piden que los rescates se presten a tipos más bajos para evitar situaciones tan «insostenibles como la de Grecia».

◊Entrevista con Juan Mendoza, asesor de la Confederación Europea de Sindicatos

La Unión Europea no ha prestado suficiente atención al paro juvenil, que afecta al 20% de los menores de 25 años, al 40% en España. Es la crítica que hace el Parlamento Europeo en un informe aprobado por el pleno, en el que pide a los estados que los recortes presupuestarios provocados por la crisis no afecten a los gastos en educación y formación. Más movilidad, reconocimiento de calificaciones a nivel europeo y reconocimiento de derechos sociales para los trabajadores en prácticas son medidas que los eurodiputados exigen a los 27.

Desde este 1 de mayo, el mercado laboral europeo está abierto totalmente para los trabajadores de 25 Estados de la UE. Terminan las restricciones que se impusieron a ocho de los diez países que se integraron en 2004: República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia. Según la Comisión Europea, durante el periodo de transición no se produjo la temida avalancha de inmigrantes, al contrario, Bruselas asegura que los trabajadores que buscaron empleo en la UE-15 han contribuido a lograr un crecimiento económico sostenible.

El empleo en Europa sigue sin dar muestras visibles de recuperación. En febrero, la tasa de paro apenas ha bajado una décima. Ahora está en el 9,9% en la zona euro y en el 9,5 en el conjunto de los 27. Lo que sí demuestran las estadísticas es que la crisis no ha afectado a todos por igual y que las políticas de empleo dan distintos resultados. La cifra de paro en Holanda es el 4,3% y en España, el 20,5%.