La ONG Plan ha pedido a la Unión Europea que lidere la lucha por la igualdad de género en los países en desarrollo. Según esta organización mejorar la calidad de la escolarización femenina, especialmente en los estudios de secundaria, aumenta las posibilidades de cambios sociales. Muchas adolescentes no van al colegio por miedo a sufrir abusos sexuales, y la mayoría son obligadas a casarse con hombres más mayores.
Última victoria de la chilena Michelle Bachelet, antes de abandonar la dirección ejecutiva de ONU Mujeres. Más de 130 países han aprobado una declaración para condenar la violencia contra las mujeres y las niñas en el mundo y se comprometen a tomar medidas concretas para acabar contra esta práctica extendida en todas las sociedades del mundo.
Las mujeres representan el 45 por ciento de la población activa de la UE, pero a menudo trabajan en puestos de trabajo pensados y diseñados sólo para los hombres y se enfrentan a peligros específicos de su género. Los sectores más feminizados tienen una menor regulación en seguridad, lo que perjudica la salud de millones de trabajadoras.
Según la encuesta que publica Eurostat con motivo del Día Internacional de la mujer sólo el 11 % de las españolas tienen un horario flexible que les permita conciliar su vida laboral con la familiar, en la Unión Europea el porcentaje es del 25,9 %. Las finlandesas, suecas, danesas o alemanas son las que disfrutan de horarios más flexibles. En el caso de los hombres, en España solo el 10,8 % de los que trabajan a tiempo completo tienen horario flexible frente a la media en la UE que es del 28,7 %.
El desafío de lograr la igualdad de género en los países insulares del océano Pacífico es enorme para las mujeres, que solo ocupan un tres por ciento de los escaños parlamentarios. Una cifra muy inferior al 20 por ciento de África subsahariana y del 18,5 por ciento de Asia sudoriental. El papel de la mujer en esas pequeñas islas del Pacífico es una realidad que nos queda "en las antípodas".
Según el informe de las Naciones Unidas «Los Derechos de la Mujer y el Derecho a la Alimentación» presentado hoy en Ginebra, mejorar la educación de las mujeres y garantizar su acceso a la propiedad de la tierra y la financiación podría reducir drásticamente el hambre en los países en desarrollo.
O, como explica la Comisión Europea en su último estudio, cada mujer en la UE debería trabajar 59 días extraordinarios para situarse en el mismo nivel salarial que los hombres. Son los datos con los que se celebra hoy, 28 de febrero, el Día Europeo de la Igualdad Salarial, una jornada panaeuropea creada por la Comisión para hacer frente a este problema.