El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha declarado que su gobierno modificará la controvertida Ley de Medios si la UE demuestra que es contraria a los principios comunitarios.
La Comisión Europea, que ha viajado este viernes a Budapest en pleno para debatir las prioridades de la presidencia semestral del Consejo, da un voto de confianza a Orban. Estudiará la llamada ley mordaza con detenimiento y se pronunciará en consecuencia. Barroso ha dicho este viernes que confía en la gran responsabilidad del gobierno húngaro.
El gobierno de Budapest, dispuesto a rectificar si se lo pide Bruselas
La presidencia húngara de la UE se abre este viernes formalmente en Budapest, en un acto institucional al que asistirán la Comisión en pleno y el gobierno de Hungría. Lo que suele ser un momento de promoción del país que ostenta la presidencia semestral se ha convertido esta vez en una agria polémica sobre la Ley de Medios aprobada por el parlamento de Budapest, criticada duramente desde varias instancias europeas, por entender que es una forma de censura.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha defendido esa ley, que considera similar a la que existe en otros países de la UE, ha rechazado tajantemente las críticas directas recibidas de Francia y Alemania y se ha mostrado dispuesto a rectificar si Bruselas se lo pide.
Por primera vez, Hungría preside desde el uno de enero el Consejo Europeo. En plena crisis financiera de la eurozona, a la que no pertenece, tiene el desafío de coordinar las políticas económicas de los 27 y conseguir afianzar un mensaje de estabilidad en los mercados.
Sin embargo, su propia situación económica no propicia el papel de mediador. Se salvó casi de la quiebra en 2008 gracias a un préstamo de la UE y el FMI y el organismo internacional acaba de negarle otro. La agencia Moody's ha rebajado la calificación de su deuda a la de los bonos basura y el gobierno de Budapest carga estos días con la crítica internacional por imponer una censura encubierta en los medios de comunicación.
La Carta de los derechos fundamentales ha cumplido 10 años. La Unión Europea es una de las pocas zonas del mundo en donde más se respetan los derechos básicos de los ciudadanos. Aunque episodios como la expulsión de gitanos rumanos en Francia o en Italia demuestran que todavía queda mucho camino por recorrer.
Un comité de siete ciudadanos de siete Estados miembros serán los que decidan la admisibilidad de una Iniciativas Ciudadana Europea. El nuevo instrumento creado por el Tratado de Lisboa por el que un millón de ciudadanos pueden promover una propuesta legislativa sigue su marcha: lenta pero decidida.
Justo cuando la UE intenta en Cancún salvar la cara por sus esfuerzos en la lucha contra el cambio clímático, uno de los cables de la diplomacia estadounidense difundidos por Wikileaks viene a demostrar que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, hace un año ya había abandonado la idea de sacar algo en limpio de esta cita mexicana.
El fracaso de la anterior cumbre de Copenhague fue para Van Rompuy una evidencia de cómo la UE había sido totalmente excluida y maltratada por Estados Unidos y China, que resolvieron la conferencia con un débil acuerdo sin contar con Europa.
El Tratado de Lisboa ha cumplido un año desde su entrada en vigor el 1 de diciembre de 2009. No ha pasado el tiempo suficiente para saber cómo ha afectado a la Unión Europea, muchos de los temas clave siguen sin aplicarse. No se puede decir que los nuevos cargos hayan sido acogidos con críticas muy positivas, pero otros como el Parlamento Europeo ha desarrollado y aprovechado sus nuevos poderes.