En 2012 prometió «hacer todo lo necesario para sostener el euro», y este jueves Mario Draghi ha demostrado que es un hombre de palabra. El Banco Central Europeo ha anunciado un ambicioso plan de compra de deuda, que por primera vez incluye la adquisición de títulos públicos.
El Banco Central Europeo estudia cuidadosamente la decisión de compra de deuda soberana, que probablemente anuncie este jueves. Los expertos calculan que será por valor de 600.000 millones de euros, una cantidad que para algunos es escasa y llega tarde.
El Fondo Monetario Internacional ha elevado hasta un 2 % la previsión de crecimiento para España este año, la estimación anterior fue del 1,7 %. Será la que más crezca en la eurozona. En cuanto a los países más desarrollados el mayor crecimiento será en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá.
«Haremos lo que haga falta para salvar el euro, y creedme, será suficiente». Con estas taxativas palabras, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ahuyentó la crisis de la deuda soberana en 2012. La solución consistió en la creación de un programa de compra de deuda pública, llamado OMT, que hoy el abogado general de la UE ha avalado, aunque con condiciones.
El Plan de inversiones estratégicas, conocido como Plan Juncker, que pretende movilizar 315.000 millones de euros, ya tiene un marco legal para poder llevarse a cabo. Así lo han anunciado hoy los comisarios de Empleo y Crecimiento,Jyrki Katainen, de Asuntos económicos, Pierre Moscovici, y del Euro, Valdis Dombrovskis.
El dinero enviado por los residentes en la UE28 a un país de fuera, denominado transferencias personales, ascendió en 2013 a 28,3 mil millones, de euros, mientras que las entradas a la UE fueron de 10,3 mil millones de euros. La mayoría de las transferencias personales consisten en cantidades de dinero que envían los inmigrantes a su país de origen.
Las principales bolsas europeas han abierto este martes con pequeñas subidas que indican que a los inversores no se les va de la cabeza el futuro de Grecia ni el precio del petróleo que no deja de bajar. Todo eso hace presagiar un probable resurgir de la crisis que parecía aletargada a finales de 2014.