A la UE le llegan avisos de todas partes en vísperas de la reunión del G-20 en Brisbane (Australia). Comenzando por Alemania a la que advierten los llamados «cinco sabios» del parón de su economía y, siguiendo por la OCDE y el secretario del Tesoro estadounidense que alertan del peligro de recesión en la eurozona.
El Fondo Europeo de Inversiones y la entidad bancaria, Bankinter, han firmado un acuerdo de colaboración para préstamos a las pequeñas y medianas empresas innovadoras. Esta medida que también afecta a las empresas de capitalización media, se encuentra incluida en el marco financiero InnovFin propulsado por la Comisión Europea.
Giuseppe Penone, Nedko Solakov y Liam Gillick son los encargados de acabar de diseñar la nueva sede del BCE en Fránkfurt. Los artistas crearán obras para tres ubicaciones diferentes en el exterior de la entrada principal, en la planta baja del rascacielos y en el vestíbulo de la zona de conferencias situada en la entrada del antiguo mercado mayorista. El presupuesto total del proyecto asciende a 1.250 millones de euros.
Yves Mersch, miembro del Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo, se ha mostrado preocupado por la lenta recuperación y el estado «crítico» de la economía de la zona del euro, ha afirmado que la compra de deuda pública por parte del BCE no es más que una posibilidad teórica, aunque si continúa así la situación tendrán que planteárselo.
Berlín aparca por un momento su política de austeridad y presenta un programa de inversiones con el objetivo de estimular la economía que se está estancando. Tendrá un valor de 10.000 millones de euros hasta 2018 y que, según el ministro de finanzas Wolfgan Schäubell, no requerirá nuevo endeudamiento.
El laxo régimen fiscal de Luxemburgo no es noticia. Sí lo es desde el momento en que unos documentos revelan que cuando el ahora presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, era primer ministro del Gran Ducado empresas extranjeras casi eludieron el pagar impuestos. El Ejecutivo comunitario, por el momento, cierra filas.
Importantes empresas como Apple, Ikea, Pepsi y otras 340 multinacionales más organizaron un sistema para evadir impuestos en Luxemburgo, entre 2002 y 2010. Un escándalo financiero más si no fuera porque el nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker fue primer ministro del Gran Ducado entre 1995 y 2013.