Se va pero no del todo. Una nueva misión con un nuevo papel tomará el relevo para continuar aportando «entrenamiento, asesoramiento y asistencia» a las fuerzas de seguridad afganas que la OTAN calcula que estarán en condiciones de quedarse solas, si todo va bien, en 2024. No se sabe cuantos efectivos serán necesarios, pero sí que costarán unos 4.100 euros al año.
Unos sesenta jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo se encuentran reunidos en el McCormick Place de Chicago donde van a tratar de la creación de una nueva fuerza internacional para Afganistán, después de que ese país asuma su seguridad a finales de 2014. Otro de los temas estrella es el escudo antimisiles que Estados Unidos lidera y al que se opone Rusia, que debería proteger a Europa de un ataque desde Oriente Medio, especialmente de Irán. Cientos de manifestantes protestan en las cercanías de la conferencia.
La cumbre de la OTAN va a definir estos días su papel en Afganistán tras la retirada del grueso de los militares a finales de 2014. El presidente francés, François Hollande, ha confirmado su decisión de repatriar antes de finales de año, a los 3.500 militares desplazados en el país asiático dos años antes del calendario fijado por la OTAN.
La crisis económica no debe ser excusa para recortar gastos en Defensa. Es lo que ha pedido el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, a los aliados europeos, en una intervención en la Eurocámara. Su argumento es que Europa no puede aislarse del mundo y tiene que estar siempre preparada para actuar con una Defensa inteligente que una los recursos de la Alianza Atlántica y de la UE y evite duplicidades.
Algo que no se le reprochareá a la crisis es el leve freno en los gastos dedicados a armas. Europa gastó 326.000 millones de euros en defensa en 2011, algo menos que en años anteriores. España redujo en un 18 por ciento el presupuesto de defensa, Italia un 16 por ciento o Grecia un 26 por ciento, seguramente son los únicos recortes que no les duelen a los ciudadanos.
Los 53 países participantes en la cumbre de Seúl sobre seguridad nuclear han acordado una serie de medidas para «hacer realidad un mundo sin terrorismo nuclear». Entre los participantes, Estados Unidos, la UE o China, se comprometen a mejorar la protección de los materiales e instalaciones nucleares para evitar el contrabando de material nuclear y reducir el uso de uranio altamente enriquecido con fines médicos. Todo es voluntario.
La visita se produce en un momento clave de la operación de la Unión Europea en el océano Índico, de la que España ostenta el mando en este momento. Este jueves los ministros de Defensa de los veintisiete debaten en Bruselas la ampliación del mandato de la misión que lleva combatiendo a los piratas de la región desde 2008 y la posibilidad de que se comience a actuar también en tierra.