9 de noviembre de 2009. Hace 20 años Berlín fue una fiesta y hoy lo vuelve a ser para recordar el momento de la libertad recuperada. Los líderes de las potencias que se repartieron la capital alemana al terminar la guerra brindarán hoy por la paz ante la puerta de Brandemburgo.
Los presidentes de Francia y Rusia, el primer ministro británico y la secretaria de Estado de Estados Unidos son hoy invitados de la canciller alemana, Angela Merkel, junto a los demás líderes de la UE, para asistir a la conmemoración de la caída del muro de Berlín. Es la fiesta de la libertad. Hillary Clinton dijo anoche en Berlín que «no hay muro que no podamos derribar».
El próximo lunes se cumplen 20 años de la caída del muro que separó la ciudad de Berlín en dos y que se convirtió en símbolo de las diferencias de dos ideologías. En noviembre de 1989, el escenario político había cambiado en el mundo y el muro se estaba tambaleando, pero la voz de salida la dio un hombre que leyó un comunicado de prensa que no debía. Era, Günter Schabowski dirigente de la RDA, quien comunicó que los ciudadanos del Este podían viajar a Occidente. Aquella noche miles de alemanes pasaron el muro.Schabowsky, que ahora tiene 80 años, ha publicado recientemente un libro titulado «Lo hicimos casi todo mal: los últimos de la RDA». Según informa el periódico alemán Bild, está hospitalizado y su esposa espera que se reponga pronto para que pueda asistir a los actos del aniversario.
Hace 20 años, eran políticos en activo y con gran poder. Tuvieron la oportunidad de cambiar la Historia de Europa y la aprovecharon. Con firmeza e indecisiones, pasos adelante y atrás, el canciller de la RFA, Helmut Kohl, el presidente de Estados Unidos, George Bush (padre) y el presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, consiguieron que el 9 de noviembre de 1989 se abriera el muro de Berlín y arrancara la reconciliación europea.
Veinte años después, Kohl, Bush y Gorbachov son tres ancianos que reconocen que fue la Historia la que jugó a su favor y que el mérito es exclusivamente de los alemanes de uno y otro lado.
Se cumplen ahora los 20 años de la caída del telón de acero, el fin de las dictaduras comunistas en el centro y el este de Europa y el inicio de un duro proceso de transición a la democracia que terminó en 2004, con el ingreso en la Unión Europea de ocho países que estuvieron en la órbita soviética.
La caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 no se puede entender sin recordar la revolución húngara de 1956, los checos enfrentándose a los tanques rusos en 1968, o las huelgas en los astilleros polacos de Gdansk en 1980. Representantes diplomáticos de esos países han contado cómo vivieron el año que estremeció a Europa.