Organizaciones como Cruz Roja o Banco de Alimentos van a tener que ingeniárselas aún más para encontrar comida que hacer llegar a familias sin trabajo, ancianos con escasos medios, personas sin casa o emigrantes en situación límite, desde luego de la UE no va a ser.
Los ministros de Agricultura de seis Estados miembros, entre los que están Alemania o Reino Unido, impiden que se utilicen fondos de la Política Agraria Común (PAC) para comprar alimentos para los europeos más desfavorecidos, algo que se ha venido haciendo desde 1987.
Las vacas europeas llevarán pronto un chip electrónico que servirá para identificarlas y para hacer un seguimiento individual de cada animal durante toda su vida.
El sistema de identificación electrónica será voluntario y reforzará la protección del consumidor, mejorará la prevención de enfermedades, el control y la gestión de posibles crisis alimentarias.
El virus H5N1 del que tanto se habló y se escribió en 2003 ataca de nuevo. Es una cepa mutante bastante virulenta que se está extendiendo por Asia y otras zonas según alerta la FAO. La Agencia de la ONU con sede en Roma, dice que el virus no debe cogernos esta vez con la guardia bajada y que es «necesario incrementar la preparación y la vigilancia ante esta variante».
Desde este martes 9 de agosto, La Federación rusa levanta las restricciones a las verduras europeas que había impuesto a raíz de la llamada «crisis de los pepinos» desencadenada por la epidemia de E.coli. Rusia mantenía la prohibición a escala comunitaria de importar toda clase de vegetales desde el pasado 2 de junio.
España y otros 21 Estados miembros recibirán la totalidad de ayudas solicitadas a la UE por la crisis que se originó con el brote de la bacteria E.coli. La Comisión europea ha aumentado el fondo de ayuda de los 210 millones que ofreció en principio a 226,2 millones. Los países adelantarán el dinero a sus agricultores que deben recibirlo antes del 15 de octubre.
La Comisión Europea va a comunicar el próximo jueves a los países afectados la parte que les corresponde de los 210 millones de euros que reservó para compensar por las pérdidas ocasionadas durante la «crisis de los pepinos». España solicitó un total de 71 millones de euros.