Si Borges dijo que no podía imaginar un mundo sin libros, a mi no me gustan las amenazas contra el libro impreso. Y aunque paso horas y horas navegando (bonita palabra), haciendo búsquedas, leyendo y escribiendo en dispositivos electrónicos diversos, creo que el libro impreso sigue siendo imprescindible. Es una aspirina que despeja mi cabeza después de la borrachera digital.
El Consejo de Europa se ha reafirmado en la importancia de que se siga manteniendo la prohibición total de toda forma de comercio de órganos humanos.
Mientras el destino de Ucrania pende de un hilo, los políticos de Estados Unidos, se desesperan por sacar ventaja de la crisis. Los republicanos critican al presidente Obama por su «temblorosa inacción». Mientras, la demócrata Hillary Clinton revivió la postura belicista que exhibía cuando ocupaba el cargo de secretaria de Estado, comparando las acciones de Vladimir Putin con las de Adolf Hitler.