Entre la casi media docena de colegas condenados de por vida, está Füsun Erdoğan, que ya lleva años en prisión, fundadora de la emisora radiofónica Özgür Radyo (Radio Libre). Irónicamente, la condena se publica cuando tiene lugar la Jornada Mundial por el Periodismo, Stand Up for Journalism (cada 5 de noviembre).
El Sindicato de Periodistas Turcos (Türkiye Gazeteciler Sendikasi TGS) despliega una gran actividad, en coordinación con la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y con su federación europea (FEP) para oponerse al desvarío del jefe del gobierno turco, el otro Erdogan. Ese que ciertos medios occidentales califican de «islamista moderado». TGS, FEP y FEP tratan de hacer sonar sus alarmas más serias ante las autoridades europeas para recordar y denunciar la permanente represión de los periodistas en Turquía.
Los demás periodistas condenados junto a Füsun se llaman Ziya Ulusoy, Bayram Namaz e Ibrahim Cicek, que como la primera reciben una pena de cadena perpetua, y Sedat Şenoğlu, quien es condenado a 7 años y 6 meses. Han sido acusados de ser miembros de la misma organización turco-kurda, prohibida por las autoridades. Füsun Erdogan está acusada de dirigir al grupo prohibido. En conjunto, las penas de todos ellos suman 3000 años de cárcel.
«Es deprimente ver cómo funciona este sistema (Turquía). No sé nada del grupo marxista-leninista a quien la policía relaciona con la periodista. Puede que haya delincuentes entre ellos. Quizá esconden armas, no lo sé. Quizá las han utilizado. No tengo ni idea; pero seguro que eso no tiene nada que ver con Füsun Erdoğan. ¡Solo es una periodista!», grita Ercan Epekci, periodista y activista por la libertad de prensa en su país.
Señala la posibilidad de que la policía haya implicado a Füsun Erdogan por su carácter crítico con los métodos policiales: «Füsun siempre fue muy crítica, en especial con los métodos de la policía. Y es famosa, mucha gente la sigue. Por eso van contra ella ahora. Quieren hacerla desaparecer porque no sigue sus dictados. Quiere tener una expresión propia, libre y como socialista. ¿Es pedir demasiado?» Entre 50 y 80 periodistas cumplen algún tipo de pena carcelaria o están en la cárcel pendientes de juicio.
La libertad de información y prensa es tan importante en Bruselas como en Ankara; sin embargo, la Unión Europea y Turquía retoman (¿normalmente?) este martes las negociaciones de adhesión, tras más de tres años de paralización de ese proceso iniciado en 2005.
El último parón tuvo lugar después de la violenta represión contra los manifestantes que protestaban contra los proyectos urbanos relacionados con el parque Gezi de Estambul. Ahora desbloquean, desbloqueamos las negociaciones sin más. ¿Nuestros preclaros líderes europeos piensan de verdad que eso es todo? El otro Erdogan debería recibir una advertencia inmediata y muy tajante.