Tampoco están de acuerdo las multinacionales del sector que creen que «esta carta blanca» a los Estados, genera incertidumbre a los agricultores que quieren cultivar transgénicos. Por su parte las organizaciones ecologistas dicen que es abrir la puerta a un mayor cultivo.
John Dalli, comisario de Salud encargado de este tema, ha negado que esa decisión obligue a los Gobiernos a acelerar las autorizaciones de cultivo, que llevan doce años bloqueadas en la UE.
En Europa solamente ha sido autorizado un Organismo Genéticamente Modificado (OGM) para la alimentación, es el maíz MON 810 de la multinacional estadounidense Monsanto, fue en 1998 y por diez años. No se ha renovado la autorización. Se cultiva en seis países: España, Portugal, República Checa, Rumania, Polonia y Eslovaquia.
Está prohibido en otros seis: Francia, Alemania, Austria, Luxemburgo, Grecia y Hungría, esto no quiere decir que estén en contra de todos los transgénicos, Alemania ha obtenido la autorización para cultivar una patata transgénica del grupo alemán BASF destinada a uso industrial. Francia también autorizaría algún cultivo.
Otros países,como Austria, Hungría o Luxemburgo, se oponen a todo transgénico, optan por potenciar la agricultura ecológica y tradicional. Países Bajos son defensores del cultivo. Otra materia en debate es que las semillas pasan las fronteras y pueden contaminar las plantaciones de otros países.
En España está el 80% del espacio dedicado al cultivo de transgénicos de toda la UE, cerca de 90.000 hectáreas están sembradas del MON 810.
La decisión final la tendrán los ministros de Agricultura y Medio Ambiente en su reunión de septiembre.