En una «mini cumbre» al márgen de la reunión entre Jefes de Estado y de Gobierno de la UE, Alemania, Francia, los presidentes del Eurogrupo, del Consejo y Comisión Europea se han reunido con el primer ministro griego Alexis Tsipras para abordar la delicada situación de la economía griega y han exigido que «en los próximos días» envíe una lista con medidas concretas y completas. Así se ha comprometido el mandatario heleno.
En la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que ha tenido lugar este jueves en Bruselas han estado omnipresentes las relaciones Rusia-Ucrania, pero el gran tema, pese a no estar en la agenda oficial ha sido Grecia. La Canciller alemana Angela Merkel ha recordado que los problemas de liquidez del país heleno son «difíciles» y, asimismo, no ha descartado una reunión del Eurogrupo «lo antes posible» y cuando fuera necesario. Tsipras, tras su encuentro, más sonriente que cuando entró a primera hora de la tarde, ha asegurado que es «más optimista». Sin embargo, a la pregunta de si se trata de un nuevo acuerdo, ha contestado con un prudente «ya veremos».
El gobierno heleno se ha comprometido a enviar «en los próximos días» una lista «completa» y «concreta», aunque no sea definitiva, para avanzar en las negociaciones que permitan a Atenas recibir el primer tramo de la extensión del rescate. Sigue sin estar claro cuál es la situación de liquidez de Grecia, Atenas ha avisado que necesita urgentemente dinero. Pese al acuerdo de los ministros de finanzas del Eurogrupo a finales de febrero para la extensión de cuatro meses del rescate a Grecia, los avances han sido lentos.
El gobierno griego envió una carta con siete medidas que contendrían su plan de reformas. Sin embargo, fue criticado por el vicepresidente encargado del Euro, Valdis Dombrovskis, por ser poco concreta, y de momento hasta el presidente del Ejecutivo, Jean-Claude Juncker, institución que hasta ahora ha mostrado un papel conciliador, ha asegurado que está «inquieto» porque no ha habido progresos en las negociaciones. Y aunque Bruselas no quiere contemplar la salida del país heleno de la moneda común, el comisario de Asuntos económicos y monetarios, Pierre Moscovici, ha dicho esta semana en el periódico alemán Die Welt que si bien prefiere a Grecia dentro del euro, ello no significa que sea «a cualquier precio».
El miércoles el gobierno de Alexis Tsipras anunció nuevas medidas para luchar contra «la crisis humanitaria» que sufre el país, medidas que aunque incluyó en el acuerdo con los demás socios del Eurogrupo, no han sido específicamente aprobadas por las instituciones antes conocidas como Troika. El tiempo apremia, y a finales de mes de abril expira, de nuevo, el plazo para que Grecia y la instituciones se pongan de acuerdo en las medidas y poder ofrecer liquidez el país. El calendario vuelve a apretar Atenas y con los deberes por hacer en los próximos días.
Preguntado hoy el presidente del gobierno Mariano Rajoy a su llegada a la reunión con los líderes del Partido Popular Europeo, ha negado que le moleste no participar en la «mini cumbre» para abordar la situación de Grecia. El Gobierno español subraya que las decisiones se toman en los márgenes del Eurogrupo, y así lo ha confirmado la canciller alemana Angela Merkel porque «no es hoy el lugar». Quienes sí se han mostrado molestos con la cumbre a siete, han sido Bélgica, Holanda y Luxemburgo. El primer ministro belga, Charles Michel ha replicado que su país «no ha dado ningún mandato a Alemania y Francia para que negocien en su nombre». No obstante, la petición de que ambos países asistan a la reunión ha sido de Alexis Tsipras, tal y como ha confirmado Tusk.
Los desafíos en el exterior
Los jefes de Estado y de Gobierno han instado a todas las partes a aplicar el Acuerdo de Minsk, que por el momento se está produciendo de forma muy frágil. Los líderes han decidido que no se amplíen las sanciones, pese a los países del este, que están a favor de mantener la línea dura contra el Kremlin. No obstante, los líderes europeos prefieren esperar a la completa implantación del Protocolo de Minsk y, a la vista de cómo se suceden los acontecimientos, decidirán si aplicarán nuevas medidas. Las sanciones económicas expiran el próximo julio, el resto a finales de año. No obstante, la puerta sigue abierta, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha asegurado que «estarían dispuestos a aplicar medidas si fuera necesario». Asimismo, los Estados miembros han pedido a la Alta Representante de Política Exterior, Federica Mogherini, que presente antes de junio un plan de acción para contrarrestar la política propagandística de Rusia.
Las relaciones con Moscú también van ligadas a la dependencia de Europa de su gas. Por ello, Bruselas tiene entre sus prioridades fortalecer otros canales para abastecerse, como las interconexiones energéticas y el fin del aislamiento que padece la Península Ibérica en el ámbito. Asimismo, la eficiencia y la lucha contra el cambio climático. Los Líderes europeos han acordado que se refuerce la actuación diplomática de cara a la Cumbre del Clima de París de finales de año. Por ello, ha instado a todos Estados a presentar antes de finalizar el mes de marzo su contribución nacional para llegar a una reducción del 40% de gases de efecto invernadero en 2030.
La reunión de Jefes de Estado y de Gobierno, que esta vez dura dos días, han dejado para este viernes por la mañana los asuntos concernientes a Libia, Túnez y las relaciones entre Estados Unidos y la UE para implantar el acuerdo comercial.