En el Parlamento de Estrasburgo, el jefe del ejecutivo comunitario ha subrayado la gravedad de la crisis y la ineficacia de las medidas que se están tomando. «Nos encontramos en un momento decisivo para la UE. Estamos viendo que incluso cuando los Gobiernos adoptan los pasos correctos en materia de reformas pueden sufrir el impacto negativo de acontecimientos fuera de su control o por la falta de una respuesta decisiva y global a largo plazo», ha dicho Barroso.
Sin embargo, confía en la capacidad de reacción de Europa y, como ejemplo, se ha referido al rescate de la banca española, decidido el pasado fin de semana por el Eurogrupo, que demuestra que los críticos que dicen que no afrontamos nuestros problemas están equivocados».
En esa línea y de cara a la cumbre europea de los próximos 28 y 29 de junio, el presidente de la CE afirma que «hemos de admitir que tenemos un problema sistémico y debemos articular la visión de donde debemos ir y también una senda muy concreta para llegar allí. No estoy seguro de que todas las capitales sean conscientes de la urgencia de esto». Para Barroso, esa senda pasa por pactar ya un calendario para crear una unión bancaria, presupuestaria y política, que cree confianza sobre la irreversibilidad de la moneda única.
La UE necesita «una perspectiva a medio y largo plazo», según Barroso, pero también actuar rápido y ha propuesto «que concluyamos un acuerdo interinstitucional sobre la iniciativa de crecimiento. Dada la urgencia de la situación, es importante dar prioridad a cuestiones clave».Y prioritario puede ser dar salida al caso griego. Barroso ha dicho que «Grecia debe quedarse en la zona del euro, asumiendo que respeta sus compromisos».