En Japón se cazan ballenas y delfines con la excusa de la investigación, pero lo cierto es que los animales terminan en acuarios y mercados de todo el mundo. La detención y puesta en libertad dos meses después del activista Erwin Vermeulen, ciudadano holandés que tomaba fotografías en Taiji, de delfines Risso cuando eran transportados desde las jaulas de contención en el mar hacia el Dolphin Resort Hotel, ha puesto el tema de nuevo en las primeras páginas de todo el mundo.