En la conferencia climática que concluye en París, las pequeñas naciones insulares del Pacífico han pedido a los gobernantes de todo el mundo que detengan el cambio climático y respeten su derecho a existir en la tierra. «Hemos estado entonando la misma canción durante muchos años. Reduzcan las emisiones de carbono y el calentamiento global, porque amenazan nuestra existencia».
Maheshwar Basumatary, de 33 años, se ganó la vida durante más de cinco años matando animales salvajes en los bosques protegidos del Parque Nacional de Manas, una reserva de tigres y elefantes en la frontera entre India y Bután que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En 2005, Basumatary entregó su arma a la policía y desde entonces se dedica a cuidar cachorros de rinocerontes y leopardos abandonados.