Dos décadas ha tardado el Parlamento Europeo en conseguir un acuerdo para actualizar la antigua norma en materia de protección de datos. Aprobada en 1995, el rápido desarrollo de las nuevas tecnologías la habían dejado obsoleta. El pasado miércoles, y tras un largo trabajo en la Comisión de Libertades Civiles, los eurodiputados daban finalmente su apoyo a la nueva legislación sobre protección de datos, aunque no exentos de división.
La respuesta del Parlamento Europeo ha sido tajante: los programas de espionaje masivo vulneran derechos fundamentales. En una resolución aprobada esta semana, la Eurocámara ha pedido a la Comisión Europea que suspenda varios acuerdos de intercambio de datos con Estados Unidos y advierte de que el acuerdo comercial, todavía en negociaciones, «podría correr peligro», si no cesan las actividades de vigilancia masiva. El Parlamento es la primera institución europea que se pronuncia sobre el escándalo de espionaje masivo.
Edward Snowden: «La NSA ha convertido a la UE en un bazar de información»