Sabíamos que pasaría más temprano que tarde. Cada vez que los gadché (payos) entran en guerra, siempre terminamos los gitanos por sufrir las consecuencias porque recibimos golpes de los unos y de los otros. Así pasó en la Guerra de los Balcanes, así pasó en la Guerra Civil española, así pasó bajo el régimen nazi y así está pasando ahora en los territorios donde existe un conflicto étnico o territorial. En Ucrania viven 400.000 gitanos
Aquella mañana de Junio de 1990 se respiraba un aire diferente en Estrasburgo. Yo me atrevería a decir que incluso una luz especial iluminaba aquella tierra alsaciana que fue testigo de las guerras mundiales más sangrientas ocasionadas por hombres que creyéndose dioses condenaron al exterminio a quienes consideraron seres inferiores.
Mandela, el preso que liberó al puebloDesgraciadamente el Gobierno francés está haciendo lo mismo que anteriormente han hecho otros: Tratar de pescar votos en los caladeros tradicionales que han sido y siguen siendo feudo de la extrema derecha o de aquellos grupos menos tolerantes que han hecho de su confesión nacionalista el credo superior ante el que se deben rendir todas las ideologías.
Difícilmente se pueden decir las cosas mejor de como las dijo Martín Luther King aquel 28 de agosto de 1963, hace exactamente cincuenta años. Por eso nosotros, los gitanos que nos sentimos vinculados por el ideario de la Unión Romaní, queremos manifestar públicamente que la doctrina marcada por el gran lider en aquel luminoso discurso, es y sigue siendo nuestra principal referencia a la hora de señalar los objetivos y los límites de nuestra lucha.
Lo dice el refrán castellano: «Otro vendrá que santo me hará». Algunos gitanos franceses que en el verano de 2010 acudieron a la cita auspiciada por la Unión Romani española para manifestarse en París contra la política deportadora de Nicolás Sarkozy empiezan a decir ahora: «Contra Sarkozy estábamos mejor», «que vuelva Sarkozy».