Las primeras elecciones legislativas libres y democráticas de la Segunda República tunecina han deparado no pocas sorpresas. La primera de ellas la holgada victoria de Nida Tunis (85 de los 217 escaños), una formación secular y centrista, que se ha presentado como la única alternativa posible frente a los islamistas atrayendo el voto anti-Ennahda. La segunda sorpresa es la derrota del partido islamista , la tercera es la fragmentación de la Asamblea y la cuarta sorpresa ha sido la elevada participación.