En contraste con los programas estatales de atención social ejecutados por gobiernos progresistas en América Latina y el Caribe, surge una propuesta que apela a la inversión privada y que ya desde su enunciación recibe variados cuestionamientos. La iniciativa se conoce como «bonos de impacto social» (SIB), un mecanismo con marcado acento monetarista y sujeto solo a éxitos concretos.
Los gobiernos que incurren en acciones masivas de espionaje electrónico, como Estados Unidos, y las empresas que desarrollan programas informáticos intrusivos podrían ser demandados por violar la Convención contra la Ciberdelincuencia adoptada en Budapest por el Consejo de Europa.
El bitcoin, una moneda virtual que nació fuera de los sistemas financieros, empieza a desarrollarse en América Latina. Fue inventada en 2008 por Satoshi Nakamoto, programador japonés que se cree es el alias de una persona o un grupo, y el software (programa informático) para emitirla e intercambiarla en una red de usuarios se publicó en enero de 2009.
Organizaciones no gubernamentales presionan a los organismos financieros multilaterales para que no financien la producción de hidrocarburos obtenidos mediante fractura hidráulica («fracking»), por entender que este procedimiento conlleva altos costos ambientales.
Rabobank, un banco contra la extracción del gas de esquistoDiferentes especialistas plantean que el cultivo del cáñamo índico (Cannabis sativa), del cual se obtienen el hachís y la marihuana, puede ser una opción para uso medicinal, alimenticio, industrial, o textil, que atraiga importantes inversiones y desarrollo a México si se legaliza y regula su cultivo y comercialización.
«Nos han bloqueado los caminos. No podemos sembrar. Nos ofrecen poco por nuestras tierras. ¿Dónde están los beneficios?», lamenta la mexicana Guadalupe Ramírez, sobre la operación de campos eólicos en el sureño estado de Oaxaca. Las empresas que se instalan en estas comunidades, entre las que hay negocios españoles, ignoran los intereses y los derechos de los pueblos en los que trabajan.
Mientras en Europa comer insectos puede considerarse exótico, en muchos países latinoamericanos la ingesta de estos animales es toda una tradición, y en algunos lugares ha pasado de las humildes mesas de los campesinos a los lujosos manteles de renombrados chefs.