Una investigación oficial realizada en Polonia sobre la existencia de cárceles secretas, operadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en su territorio, está siendo frenada, según fuentes cercanas al caso, mientras aumenta la presión sobre este país para que esclarezca la verdad.
La Unión Europea ha puesto en marcha un nuevo sistema de gestión de fronteras endureciendo los controles migratorios con alta tecnología. Las grandes compañías armamentistas y de defensa ya están cosechando los frutos de esta nueva política. Frontex, el organismo responsable de las fronteras externas del bloque europeo, confirma que ha dado fondos a los grandes fabricantes de armas y equipos de seguridad para que expongan sus últimos dispositivos.
Hace exactamente 22 años la Asamblea General de la ONU adoptó la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares. Ahora, «con las restricciones presupuestarias, vemos medidas de austeridad que discriminan a los trabajadores migrantes, una retórica xenófoba que alienta la violencia y propuestas de leyes que permiten a la policía elaborar perfiles de los migrantes con total impunidad» dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en su mensaje del Día Internacional del Migrante, que se ha celebrado este martes.
Una huelga de hambre en la que participaron 70 inmigrantes que se encontraban confinados en centros de detención fuertemente custodiados de Polonia ha obligado al país a afrontar sus nuevas responsabilidades como foco de migraciones de la Unión Europea. Polonia tiene actualmente seis centros de detención de «inmigrantes irregulares», o extranjeros que viven sin documentos en el país, a la espera de ser deportados después de que sus solicitudes de asilo fueran rechazadas o después de ser detenidos al intentar cruzar la frontera para internarse más en Europa.
El sistema de producción agroindustrial vigente en Europa ha llevado a muchos actores al límite. Los agricultores que sufren el aumento de los coste de los insumos, desde fertilizantes hasta combustibles, creen que les resultaría beneficioso adoptar métodos de cultivo más tradicionales y sostenibles.
Claudia Ciobanu*
La producción rural de la Unión Europea (UE) está basada en su Política Agrícola Común (PAC), originada hace seis décadas para afrontar la grave escasez de alimentos que azotó al continente durante y después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Los tiempos han cambiado mucho y los expertos dicen que es necesario revisar la lógica detrás de la PAC, enfocada a producir grandes cantidades de alimentos usando métodos fundamentalmente industrialesA pesar de la presión de organismos internacionales como la ONU y la Unión Europea para promover la igualdad de género en Europa central y oriental, las iniciativas para impulsarla siguen encontrando muchos obstáculos para conseguir recursos económicos. Las ONG intentan resolver problemas como el acceso a los anticonceptivos o la violencia de género sin encontrar ayuda por parte de las autoridades.