Aislado por primera vez en 2004, la existencia del grafeno ya había sido teorizada en 1947, y debe su nombre a S. Mouras y su equipo en 1987, que lo describieron como parte de las capas de compuestos de grafito, pero no fue hasta el descubrimiento de sus excepcionales características en 2005 - 2006 cuando empezó a llamar la atención de investigadores de todos los campos. En 2010, Andre Geim y Konstantin Novoselov de la universidad de Manchester recibieron el Premio Nobel por sus experimentos en este área.
El grafeno, el material del futuro
Visto desde la perspectiva más simple, el grafeno no es más que una malla de átomos de carbono. De hecho, todos hemos tenido grafeno en nuestras manos; la mina de un lápiz, el grafito, deja pequeños restos de grafeno cuando se escribe en un papel. Por sorprendente que parezca, el primer método para obtener grafeno para su estudio fue separar finas capas de grafito de lápiz con cinta adhesiva. A este método se le llamó «separación micromecánica del grafito», o más comunmente, «método de la cinta adhesiva». Desde entonces se han investigado otros procedimientos para crear capas de este material, pero su producción en grandes cantidades es aún demasiado costosa e ineficiente.
Desde un punto de vista más profundo, el grafeno presenta unas características extremadamente interesantes; es un material de dos dimensiones, o al menos, lo más cercano posible, ya que sus átomos se organizan en un plano de un átomo de carbono de espesor. Es unas 100 veces más resistente que el acero, excelente conductor del calor y la electricidad, flexible y casi totalmente transparente. Además, está compuesto exclusivamente por carbono, lo que lo hace inocuo y su materia prima es (teóricamente) muy abundante y barata.
Las aplicaciones del grafeno parecen no tener fin. Desde pantallas táctiles irrompibles a líquidos refrigerantes, de detectores de gases a desaladoras, de baterías de alta capacidad a materiales ultra resistentes. Los siguientes pasos son investigar sus cualidades magnéticas, electrónicas y cuánticas. En estos próximos diez años queda por ver qué más sorpresas deparará la investigación del grafeno, impulsada hoy con la inauguración del Graphene Flagship europeo.