La Cumbre de la Unión por el Mediterráneo (UpM), que debía celebrarse en Barcelona el próximo 7 de junio, ha quedado aplazada hasta noviembre. Las diferencias de posturas entre árabes e israelíes apuntaban al fracaso.
El aplazamiento, según el ministerio español de Exteriores, permitirá dar un margen de tiempo para que el proceso de conversaciones sraelo-palestinas, reanudado recientemente, comience a dar frutos que contribuyan a crear las condiciones idóneas para garantizar el éxito de la cumbre.
El pasado marzo se presentó la sede de la organización en el Palacio de Pedralbes de Barcelona y allí compareció su secretario general, el jordano Ahmad Masadeh. También se dieron a conocer los proyectos prioritarios que deberían arrancar en la cumbre de junio: descontaminación, autopistas terrestres y marítimas, protección civil, energías alternativas, creación de la Universidad Euromediterránea y desarrollo empresarial de la región.
Mediación española
Sin embargo, las dudas sobre su celebración ya se plantearon cuando los países árabes se opusieron a la presencia del ministro de Exteriores de Israel, el ultraderechista Avigdor Lieberman, y Siria y Egipto amenazaron con boicotear el encuentro. Sin embargo, el jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, viajó la semana pasada a Oriente Próximo y volvió convencido de que habría cumbre en Barcelona. El ministro español mantiene su agenda y el domingo se reunirá en El Cairo con sus colegas de Francia y Egipto, copresidentes de la UpM, para estudiar fórmulas de éxito para la nueva fecha.
La nueva convocatoria se ha fijado para la tercera semana de noviembre. Coincidirá con XV aniversario del arranque del llamado proceso de Barcelona que condujo a la creación de la Unión por el Mediterráneo en 2008, impulsada por Francia. La organización está integrada por 43 países de la UE y los de la ibera sur del Mediterráneo. Paralizó su actividad tras la invasión de Gaza en 2008 y se retomó en septiembre de 2009. La cumbre de Barcelona debía ser la de su lanzamiento.
La suspensión temporal supone un nuevo fracaso de la presidencia española de la UE, que había presentado esta cumbre como una de sus grandes iniciativas. Se suma a la cancelación de la cumbre entre Europa y Estados Unidos, por el deseo del presidente Obama de dedicarse a su agenda nacional, y al del encuentro previsto con las autoridades cubanas para reanudar el diálogo político con la UE. euroXpress