El Consejo de Seguridad de la ONU debe autorizar sin demora el despliegue en República Centroafricana de una potente fuerza de mantenimiento de la paz para proteger a la población civil de la violencia y el caos en que se encuentra sumido el país, ha dicho hoy Amnistía Internacional.
Está previsto que esta semana el Consejo de Seguridad encargue a tropas de Francia y de la Unión Africana sobre el terreno que controlen a las fuerzas de seguridad y los grupos armados responsables de la espiral de abusos y violaciones de derechos humanos, aunque es posible que para superar la actual crisis sea necesario una operación en toda regla de mantenimiento de la paz de la ONU.
«Las consecuencias de esta decisión a vida o muerte afectarán a todo el país. Si el Consejo de Seguridad no actúa ya para frenar el terrible círculo vicioso de violencia de República Centroafricana, su inacción pesará durante años sobre la comunidad internacional», ha dicho Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
«El Consejo de Seguridad debe pedir al secretario general de la ONU que inicie de inmediato los preparativos para el despliegue de una sólida fuerza de mantenimiento de la paz con el mandato de proteger a la población civil, incluidas las personas desplazadas internamente. Las tropas sobre el terreno deben contar con los recursos necesarios para detener los actuales abusos y controlar a las fuerzas y grupos armados que llevan un año fuera de control.»
La petición se produce cuando Francia ya ha iniciado el envío de un contingente adicional de entre 800 y 1.000 tropas para reforzar a las aproximadamente 2.600 de la Unión Africana que ya están en República Centroafricana, un país prácticamente sumido en el desgobierno desde que en marzo la coalición de grupos armados Seleka depuso al presidente François Bozizé y tomó el poder.
Un informe de Amnistía Internacional (en inglés) publicado el pasado 29 de octubre documentó graves abusos y violaciones de derechos humanos en el país. Decenas de miles de personas han sufrido desplazamiento interno, mientras que cientos han muerto, han sido ejecutadas extrajudicialmente o han sido violadas y han sufrido otras formas de violencia contra las mujeres y las niñas con total impunidad, a manos tanto de las fuerzas de seguridad como de los grupos armados. Una delegación enviada por Amnistía Internacional a Chad ha entrevistado este mes a personas que habían huido de República Centroafricana a campos de refugiados en la frontera con Chad.
El Consejo de Seguridad debe actuar ya para ayudar a las fuerzas de la Unión Africana que se encuentran en la República Centroafricana, así como a los refuerzos llegados de Francia o de otros países, a proteger a la población civil, incluidas personas refugiadas internamente, en virtud de un mandato de la ONU y garantizar que cuentan con los recursos para hacerlo con eficacia y ajustándose plenamente al derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.
Está previsto que en las próximas semanas y meses continúen los debates sobre la estructura y el mandato de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU que se envíe a República Centroafricana.
«Los habitantes de República Centroafricana no pueden esperar ni un día más. Están ante un precipicio, y las matanzas masivas de civiles son un peligro real. El Consejo de Seguridad de la ONU debe actuar ya para garantizar que las tropas de la Unión Africana y de Francia que se encuentran sobre el terreno puedan comenzar a actuar eficazmente como fuerzas de mantenimiento de la paz, a las que seguirán refuerzos si es necesario», ha dicho Salil Shetty.
En concreto, Amnistía Internacional insta al Consejo de Seguridad a:
· Solicitar que el secretario general de la ONU comience de inmediato los preparativos para el despliegue de una sólida fuerza de mantenimiento de la paz en la República Centroafricana que proteja a la población civil, incluidos refugiados y desplazados internos, y ponga fin a la espiral catastrófica de proporciones épicas en la que se está hundiendo el país.
· Tomar medidas de transición para detener la violencia. La comunidad internacional debe apoyar una propuesta del secretario general de la ONU para recurrir a tropas de las misiones de mantenimiento de la paz de este organismo en países vecinos hasta que todo el contingente de tropas de la misión de mantenimiento de la paz se haya desplegado en República Centroafricana.
· Garantizar que la misión de mantenimiento de la paz, así como cualquier otro mecanismo de transición, tiene un sólido mandato de derechos humanos para proteger a la población civil de delitos de derecho internacional y proteger a desplazados internos y refugiados. Dicha fuerza deberá tener una gran especialización y sólidos conocimientos sobre violencia sexual y de género y derechos humanos de las mujeres, ser proactiva a la hora de proteger a la población civil, y contar con unas reglas de intervención que reflejen claramente este mandato.
Está previsto también que el Consejo de Seguridad trate de conseguir el embargo internacional de armas sobre República Centroafricana. Hay peligro real de que cualquier suministro de armas que llegue al país se utilice para cometer o facilitar más abusos contra los derechos humanos. Tales transferencias de armas violarían disposiciones del Tratado sobre el Comercio de Armas, que ya puede ser aplicado por los 115 Estados que lo han firmado. AI NP