La UE apoya «completamente» el proceso de paz y reconciliación y respaldará los esfuerzos para incorporar al proceso de paz a los que estén dispuestos a renunciar a la violencia, es el mensaje que la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton ha llevado a la conferencia Internacional que se está celebrando en la capital Afgana.
La UE mantendrá sus promesas con Afganistán, «Tenemos un compromiso plurianual y daremos pasos para alinear aún más la ayuda con las prioridades del Gobierno afgano.»
A la Conferencia asisten más de 70 representantes de países donantes y de organizaciones internacionales.
El presidente Karzai quiere controlar la ayuda económica que llega, ahora se ha mostrado satisfecho de que la comunidad internacional y Estados Unidos se hayan comprometido a hacer pasar el 50% de su ayuda a través del presupuesto afgano en los próximos dos años.
La intención de Karzai y de la comunidad internacional es que las tropas afganas reemplacen a las fuerzas extranjeras desplegadas en todo el país para fines de 2014. La Conferencia se produce en un momento de repunte de violencia. El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, y el ministro de exteriores sueco, Carl Bildt, no pudieron aterrizar en el aeropuerto de Kabul, a causa de disparos de cohetes. Fueron desviados hasta la base norteamericana de Bagram y desde allí fueron trasladados en helicóptero.
En la actualidad unos 140.000 militares internacionales, las dos terceras partes estadounidenses, están desplegados en Afganistán. Muchos soldados han muerto y la guerra fuera del país es cada vez más impopular después de 9 años. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fijó julio de 2011 como la fecha para comenzar la retirada de tropas estadounidenses. La secretaria de Estado Hillary Clinton, ha dicho en la conferencia que esa fecha «es el comienzo de una nueva etapa, no el fin de nuestra implicación» y, aseguró que EEUU no tiene intención de abandonar la misión a largo plazo destinada a la instauración de un Afganistán estable, seguro y pacífico.
Por su parte el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció que las fuerzas internacionales permanecerán tras la transición en un papel de apoyo.