«Los cálculos presentados dejan claro que, a pesar del significativo esfuerzo de consolidación presupuestaria realizado en los últimos tres años, que permitió alcanzar un saldo primario próximo al equilibrio, el ajuste de las cuentas públicas está lejos de estar finalizado», subraya el Banco Central de Portugal, quien recuerda también, en Boletín Estadístico de Verano, que las presiones sobre las cuentas públicas en los próximos años serán muy significativas.
En este análisis no se han incluido algunas medidas anunciadas ya por el Gobierno portugués para 2015 (como el aumento del IVA en una 0,25 por ciento) que supondrán recortes del 0,8 por ciento del PIB; ni tampoco las propuestas que ha 'tumbado' el Tribunal Constitucional: los cortes salariales por encima de los 675 euros, la alteración en el cálculo de las pensiones de supervivencia y la aplicación de tasas del 5 por ciento sobre el subsidio de enfermedad y del 6 por ciento sobre el de desempleo. Por tanto, faltan cifras para determinar el nuevo ajuste del presupuesto.
Las medidas frenadas por el Tribunal Constitucional tienen consecuencias más importantes y directas. Por ahora, han dejado en suspenso el último 'cheque' de la troika: 1,7 millones de euros de Bruselas y 900 millones del Fondo Monetario Internacional que aún restan por llegar. Con este dinero se completarían los 78.000 millones de euros a los que ha ascendido el rescate económico y financiero de Portugal. Ahora, el Ejecutivo luso busca medidas que sustituyan a las no aprobadas por el Tribunal, organismo jurídico que tiene un peso importante sobre las decisiones presupuestarias.
Desde Europa se exige a Portugal que decida si va a buscar medidas alternativas a las rechazas jurídicamente de manera rápida o si va a solicitar una nueva extensión del programa de ajuste o si va a abdicar del dinero que aún falta por recibir de los acreedores internacionales. Hay que tomar una decisión; y de forma rápida la quieren en Bruselas.
¿Es una posibilidad que el Gobierno pase sin los últimos fondos? «Puede, puede... podemos hacer esa hipótesis, pero no hay decisiones aún, aún estamos ponderando qué hacer», ha dudado la ministra de Finanzas de Portugal. María Luisa Albuquerque ha reconocido que el Ejecutivo desconoce aún la dimensión del problema.
Menos crecimiento
El Banco de Portugal también es menos optimista respecto a las previsiones de crecimiento para el país según su reciente Boletín: estima ahora una subida del 1,1 por ciento del PIB, es decir, una décima menos que en su anterior cálculo. La actividad económica en los tres primeros meses del año ha tenido una «evolución menos favorable de lo esperado», apunta la entidad económica. Los datos previstos para 2015 y 2016 son de unos crecimientos del 1,5 por ciento y 1,7, respectivamente