«Cuba es un país con retos, pero tiene el potencial para que sean abordados con rapidez» ha dicho el comisario de Cooperación Andris Piebalgs, que ha puesto el ejemplo de la «buena educación básica» en el país. El pasado febrero el Consejo dio el visto bueno a que se iniciaran conversaciones.
El comisario ha hecho estas declaraciones en el inicio de la conferencia EUROsociAl, que se está celebrando en Bruselas estos lunes y martes con el lema «Apoyar las políticas, conectar las instituciones» en la que se reunen responsables de la UE y América Latina
Pese al fuerte crecimiento que experimenta la región, siguen las desigualdades. La nueva financiación de 2.500 millones de euros, se centrará en sectores que ya han sido pactados con los países de la región: seguridad, buena gobernanza, responsabilización y equidad social, crecimiento económico integrador y sostenible, sostenibilidad ambiental, resiliencia y cambio climático y programas de educación y formación para los jóvenes en el marco de Erasmus+.
Dieciocho países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) están cubiertos por el Instrumento de Cooperación al Desarrollo (ICD), que forma parte del presupuesto general de la UE.
A la vez se mantendrá una cooperación bilateral importante con los países que afrontan mayores problemas como Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay y Nicaragua. Colombia, Ecuador y Perú seguirán disfrutando de financiación bilateral.
EUROsociAL es el programa insignia de la UE en América Latina para la cohesión social. Fomenta de forma activa una cooperación «Sur-Sur», es decir, que los conocimientos derivados de cooperaciones anteriores y ajustados a las condiciones específicas de un país vecino se transfieren de un país a otro, y se espera que los gastos correspondientes durante la segunda fase del programa no rebasen los 10 millones de euros.
Se trata asimismo de un programa basado en resultados, que solo apoya acciones con objetivos claramente formulados que se inscriban en unas políticas públicas más amplias.
Algunos de los programas que ya se han puesto en marcha son: apoyo a la reforma del sistema de información sobre el empleo en Colombia, para adecuar mejor la oferta y la demanda en el mercado laboral; contribución a la aprobación de una nueva ley para discapacitados en Honduras, o ayuda para la aplicación de una nueva política educativa en Brasil.
El programa ha impulsado muchas iniciativas regionales en América Latina, en ámbitos tan diversos como la administración fiscal, el desarrollo regional, la justicia o el diálogo económico y social.