Tras el éxito de sus anteriores ediciones, vuelve el Festival de Cine Alemán a Madrid con su decimoséptima edición, del 9 al 14 de junio en los Cines Palafox, para ofrecer la mejor cosecha de largometrajes, cortometrajes y documentales del cine germano. Este Festival es una iniciativa de German Films con la colaboración del Goethe Institut y de la Embajada de la República Federal de Alemania de Madrid.
Junto a la última hornada cinematográfica y el estreno películas inéditas en España, se hablará de cine con la presencia de sus protagonistas, directores y actores y se proyectará la anunciada restauración de la obra maestra del expresionismo alemán, El gabinete del doctor Caligari, en toda una experiencia audiovisual donde el terror sonará al ritmo del electro-score del reconocido DJ Raphaël Marionneau.
Para poder abarcar toda esta programación, el festival crece en todos los sentidos. De manera real, añadiendo un día más y también de manera virtual, porque el Festival de cine alemán estará también online a partir del día 15 de junio.
Las mentiras de los vencedores (Die Lügen der Sieger), de Christoph Hochhäusler, inaugurará el festival el 9 de junio. Hochhäusler es uno de los más importantes supervivientes de la llamada Escuela de Berlín y en este filme, a partir del trabajo de Fabian (extraordinario Florian David Fitz), un periodista diabético y adicto al juego, enviado por la redacción de Die Woche a investigar un extraño caso de envenenamiento entre las tropas aliadas en Afganistán, el director muestra con sorprendente detalle los mecanismos de espionaje y conspiración de los sistemas de poder, que afectan tanto a los estratos políticos como a los personales.
About a Girl, del director Mark Monheim, ganadora del Premio del Público en la sección Enfants Terribles del último Festival de Cine de Gijón, narra cómo los temblores y estupores de la pubertad a veces se saldan con una depresión. La mezcla puede ser explosiva si además sumamos una familia disfuncional y el amor de la protagonista por Kurt Cobain, Janis Joplin, Amy Winehouse y demás vidas rotas antes de tiempo. Mark Monheim, que debuta con este film, se las apaña para introducir en él ciertas subversiones a los arquetipos. No se trata de una película sobre la depresión, sino más bien sobre lo contrario: la necesidad de liberarnos del cinismo y el angustia existencial.
Baran bo Odar logra armar un rompecabezas narrativo y estético con los elementos de la comedia nerd, el activismo cibernético y la cultura pop del superhéroe, en Who Am I - No System is Safe (Who am I – Kein System ist Sicher), un trabajo que sortea los lugares comunes y las inevitables referencias de Hollywood para establecer sus propios códigos, conquistar su espacio particular. No es frecuente hallar películas impecables en cada una de sus vertientes. Who Am I lo es.
Tras una breve carrera como director de fotografía, Timm Kröger da el salto a la dirección con El concilio de los pájaros (Zerrumpelt Herz), una película de enorme magnetismo poético. Desde las primeras imágenes queda manifiesta la confianza pictórica de este relato ambientado en 1929, plenamente atmosférico, que transcurre en el aislamiento de una cabaña en un bosque, allí donde el músico imaginario Otto Schiffmann busca inspiración.
Christian Zübert propone en Tour de force (Hin und Weg) una experiencia poderosa, tierna y humanista, tan dolorosa como reafirmante, huyendo en todo momento de hipérboles melodramáticas y sentimentalismos. Tras reunir a sus amigos más cercanos para emprender un viaje en bicicleta hasta Bélgica, Hannes les confiesa que ése será su último viaje, que al final del camino le espera la muerte segura y asistida para acabar con el sufrimiento de una enfermedad incurable.
Con enorme solvencia y voluntad política, El fin de la paciencia (Das Ende der Geduld), del director Christian Wagner, parte de un caso real y entrega un retrato panorámico del sistema judicial alemán. Interpretado con intensidad por la gran Martina Gedeck (Deliciosa Martha, Las vidas de los otros), la jueza de menores Corinna Kleist ocupa el centro de este drama social basado en sus experiencias al frente de un distrito de Berlín especialmente conflictivo.
Aunque transcurra en un escenario de guerra, en Entre mundos (Zwischen Welten), seleccionada en el Festival de cine de Berlín de 2014, no estamos frente a una película bélica. Huyendo del espectáculo para centrarse en la intimidad de las relaciones que se establecen entre un líder de pelotón (cuyo hermano falleció en combate) y el intérprete local, la directora Feo Aladag logra dibujar un diagrama de las distintas facciones situando su acción en una villa amenazada por las fuerzas talibanes.
En Un regalo de los dioses (Ein Geschenk Der Götter), Oliver Haffner proyecta la denuncia política desde la comedia amable y la metáfora social, hecha de múltiples capas y alrededor de variados y atractivos personajes y centrada en una actriz en paro, espejo de un país, un continente, en crisis. Anna ha perdido su trabajo en el teatro municipal de la pequeña ciudad de Ulm. Desmoralizada, acude a la oficina de empleo y una entusiasta burócrata le ofrece la posibilidad de dar clases de artes escénicas a un grupo de parados de larga duración.
Cuando éramos reyes (Wir waren Könige), de Philipp Leinemann, ganadora del premio a mejor película en el Festival de Cine de Austin, puede trasladarnos a los resortes narrativos de Tropa de Élite, Asuntos internos o la serie The Wire, si bien la calidad y ambiciones del filme –desde el magnífico guión y las soberbias interpretaciones hasta la puesta en escena, que privilegia los tonos oscuros, y un montaje capaz de encontrar el rimo adecuado entre la exposición y la acción- no le van a la zaga a las mejores muestras del género. Este extraordinario segundo largometraje de Kleinemman toma sin duda prestada una valiosa página en la historia del cine alemán contemporáneo.
En En el peor de los casos (Worst Case Scenario), Franz Müller nos ofrece una película mutante que transforma las apariencias y las transgrede constantemente. Es, al fin y al cabo, un film sobre el arte y la miseria de hacer películas, una película sobre el cine y con el cine. En algún lugar de Polonia, un director y su responsable de arte, expareja en busca de nuevos horizontes, tratan de rodar una comedia cuando el productor les deja plantados. En el peor de los casos sorprende con los cambios de tono, y va sofisticando su propuesta a medida que el caótico rodaje avanza y encontramos vía libre para imaginar, como siguiere el título, el peor escenario posible.
En el apartado documental, el Festival estrena Remake, Remix, Rip-off, de Cem Kaya, toda una verdadera carta de amor al cine. O más bien, al arte de contar historias con imágenes en movimiento. En los años 60 y 70, la industria del cine turco, una de las más boyantes del mundo, no tenía suficientes guionistas para mantener el ritmo. Para satisfacer la demanda de los espectadores, creadores y productores encontraron una solución, trasladar a su cultura grandes éxitos de todo el mundo: Rambo, El mago de Oz, El exorcista, Superman, Star Trek, Pretty Woman... Este documental recorre con inteligencia pedagógica la historia del cine turco realizado con ínfimo presupuesto y un descaro más allá de cualquier complejo.
Para terminar, el Festival de Cine Alemán ofrecerá como todos los años entretenimiento del bueno para toda la familia. Rico, Oskar y las sombras profundas (Rico, Oskar und die Tieferschatten), de Neele Leana Vollmar, se proyectará en fin de semana y también el jueves 11 en sesión matinal para que los alumnos de diferentes colegios puedan acudir con sus clases. El film, basado en la exitosa novela juvenil de Andreas Steinhöfel, mantendrá atentos a niños, jóvenes y adultos, con un ritmo de una película que no decae en ningún momento. Rico tiene diez años y es un chico especial. Centro de las bromas y las burlas por sus despistes, tiene un sexto sentido para los pequeños detalles. En el bloque de apartamentos donde vive están ocurriendo cosas extrañas, pero no es hasta que su nuevo amigo Oskar, de ocho años, es secuestrado, que Rico encuentra la oportunidad de poner a prueba su tenacidad y sus múltiples habilidades.