«El gobierno se ha sentido útil ejerciendo la presidencia de la UE». Es el balance que el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero ha hecho este miércoles en el Congreso, donde ha comparecido para informar de los resultados del Consejo europeo de junio.
Zapatero ha afirmado que el balance del semestre español es «satisfactorio» porque se ha conseguido lo que el gobierno se propuso. En un contexto de rebrote de la crisis financiera, el presidente celebra los avances conseguidos en la coordinación de la política económica de los 27, en especial, la publicación de las pruebas de solvencia de los bancos, por iniciativa suya; los incentivos o sanciones que se aplicarán a los Estados miembros según su cumplimiento del Pacto de Estabilidad, y el impulso a la Estrategia 2020, finalmente aprobada por el Consejo.
El presidente destaca que huyó de ejercer un liderazgo personalista, porque con el Tratado de Lisboa el protagonismo recae en el presidente estable de la UE, Herman Van Rompuy, y la Alta Representante, Catherine Ashton, con quienes, dice, ha trabajado estrechamente.
En política exterior, Zapatero ha lamentado que no pudieran celebrarse las cumbres con Estados Unidos y la Unión por el Mediterráneo, pero ha destacado las celebradas con América Latina, Marruecos y otros países. También ha resaltado los avances conseguidos por España para la creación del Servicio Europeo de Acción Exterior.
El presidente incluye también en el activo de la presidencia, otros avances en la lucha contra la violencia de género, la ampliación de la UE, sanidad y cooperación exterior.
Todo esto para el líder del PP, Mariano Rajoy, no proporciona motivos para la euforia. En su opinión, el gobierno no ha logrado lo que pretendió ni para Europa, ni para España ni para sí mismo, porque la presidencia ha tenido un«bajo nivel de gestión política mediocre». euroXpress