El espacio Wapa Perú ya está disponible en la red: . En esta página Web Activa Pro Autoempleo las personas emprendedoras peruanas podrán compartir experiencias e ideas de negocio, promocionar sus productos o conocer los trámites necesarios para emprender una aventura empresarial en Perú.
A día de hoy, muchas personas 'emprendedoras' pueden asesorarse para poner en marcha sus negocios gracias al proyecto Wapa Perú. Hace 29 años, el ingeniero Jorge Castillo Cobeñas puso en marcha una factoría que pronto se especializó en el área de la fundición. Ahora, la empresa Fundiciones y Construcciones Mecánicas (FUCOMEC), de Sullana, es una reconocida empresa en el país.
Gracias al trabajo bien hecho, la empresa obtuvo el premio estatal Presidente de la República en mérito a su innovación en la fabricación de piezas mecánicas y su reconocida trayectoria. Sara Rangel, administradora de la empresa, quiso mandar un mensaje de ánimo a toda persona que sueñe con tener su propia empresa: «Lo primero que deben hacer es capacitarse y formalizarse. Así podrán participar en concursos, ganar premios, colaboraciones e incentivos que ofrece el Estado. Después es importante la perseverancia y respetar a los trabajadores.»
La familia Cobeñas no es un caso aislado. Franklim Atarama, con una larga tradición familiar a sus espaldas, ha creado un taller de joyas que emplea a 8 personas y produce cerca de 3 kg de filigrana de plata al mes. Gracias al trabajo conjunto con otros grupos empresariales y con el apoyo del Centro de Innovación Tecnológica (CITE) Catacaos, este grupo de joyeros ya exporta sus productos a ciudades como Londres.
Hay más. Beatriz Torres, por ejemplo, se ha convertido en una de las mejores tejedoras del distrito de Monsefú; Emilio Antón, a su vez, trabaja el arte Chulucan gracias a un pequeño negocio familiar; Walter Quintana disfruta del éxito de restaurante 'El Mal Mando' y Juan Ocas es hoy uno de los vendedores de productos de cuero más reconocidos de Trujillo...Y la lista no deja de crecer.
El proyecto Wapa Perú es una realidad gracias a la apuesta decidida por el emprendimiento que viene desarrollando el Movimiento por la Paz –MPDL- y al apoyo de la Fundación Telefónica.