En la actualidad, la tuberculosis mata alrededor de 1,7 millones de personas al año, según la OMS y la organización Stop Tuberculosis, 15 de los 27 países con mayor número de casos de la variante más resistente están en el continente europeo. La tasa más alta de enfermos se da en Europa del Este, pero se extiende rápidamente. Londres es la capital europea occidental con más pacientes, unos 3.500 al año.
En estos momentos hay dos tipos de tuberculosis; la multirresistente (MDBR-TB) y la ultrarresistente (XDR-TB). De esta última no se tienen estadísticas exactas. Las autoridades sanitarias se habían olvidado de esta enfermedad y en los diferentes países faltan instalaciones para diagnosticarla, aunque lo que se conoce es que los casos se multiplicaron por seis entre 2008 y 2009.
El tratamiento de la enfermedad es largo y costoso, por lo general dura unos seis meses con potentes antibióticos y muchos enfermos creen estar curados antes de que transcurra ese tiempo, abandonando el tratamiento consiguiendo de esta manera que aparezcan bacilos resistentes a los medicamentos y que la curación se complique. Esta y una mala higiene en los hospitales son las principales causas de propagación. La tuberculosis es altamente contagiosa, se transmite por el aire que expelen los enfermos al toser.
La OMS ha preparado un plan para Europa que incluye la prevención, mejora en la detección y más facilidad en el acceso al tratamiento con vistas a eliminar el bacilo de Koch del continente para 2050. Eso quiere decir se diagnosticara menos de un caso por millón de habitantes.