Convocados por la Federación Departamental de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (FEDESA) y del sindicato Jóvenes Agricultores han bloqueado los camiones y han rociado la fruta con gasóleo. Denuncian que sufren «dumping» comercial al exportar la fruta a precios más bajos que los suyos, lo que les impide introducir productos frutícolas franceses en Bélgica y Alemania.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) han denunciado los hechos y han pedido a las autoridades francesas que freen estos ataques y a las que consideran responsables de la pasividad policial. «Esta no es forma de protestar, llevando a cabo acciones delictivas y evitando que los agricultores españoles puedan vender su producción», denuncia UPA en un comunicado, en el que lamenta que «los agricultores franceses nos culpan de algo de lo que somos las principales víctimas: el bajo precio de nuestros productos». Recuerdan que son las grandes cadenas de la distribución, francesas en muchos casos, las que determinan el precio de la fruta en España.
Este viernes se celebra en Madrid la reunión del Comité de Frutas y Hortalizas de España, Francia e Italia. Los agricultores aprovecharán esa cita para pedir el fin definitivo de los ataques que al contrario de lo que opina la Comisión Europea, no creen que sea un «incidente aislado». Para Fepex, la crisis de precio y en general del sector afecta por igual a todos los productores comunitarios que requieren medidas urgentes para garantizar el libre tránsito y poder negociar con los grandes distribuidores.